El régimen libio lanzó un nuevo ataque contra la oposición en medio de la creciente presión internacional. Las fuerzas leales al líder Muammar Gadaffi intentaron recobrar durante la noche el control de la ciudad de Zawiyah y de la ciudad oriental de Misrata, en poder de los rebeldes, pero aparentemente ambos ataques habrían sido repelidos. Según se informa, aviones de combate libios bombardearon Zawiyah y Gaddafi habría amenazado personalmente con realizar más ataques a menos que los rebeldes abandonen el lugar. En una entrevista con periodistas occidentales concedida el lunes, Gaddafi volvió a negar el alzamiento masivo contra su gobierno y continuó afirmando que los rebeldes que pretenden derrocarlo fueron drogados por Al Qaeda.
Gadaffi dijo: “No están en contra nuestra. Nadie está en contra de nosotros. ¿En contra de nosotros por qué? Porque yo no soy Presidente. Me aman. Toda la gente está conmigo, me aman. Morirán para protegerme, mi pueblo”.
Christiane Amanpour dijo: “Si dice que lo aman, ¿entonces por qué se están apoderando de Benghazi y diciendo que están en su contra?”.
Gadaffi respondió: “Es Al Qaeda. No es mi pueblo. Vienen de afuera”.
Jeremy Bowen preguntó: “¿Entonces es la gente que está arrancando los carteles y poniendo la bandera del rey?”.
Gadaffi respondió: “Es Al Qaeda, se metieron en bases militares y se apoderaron de armas y están aterrorizando a la gente. Los que tenían las armas eran jovencitos. Están empezando a deponer las armas, a medida que el efecto de las drogas que les dio Al Qaeda se va disipando”.
Naciones Unidas indica que aproximadamente cien mil personas huyeron de Libia a los países vecinos de Egipto y Túnez. La Coordinadora de Ayuda de Emergencia, Valerie Amos, manifestó su alarma ante los informes de continuos ataques contra civiles.
Amos declaró: “Estoy muy preocupada por los informes alarmantes de violencia continua en el país. Según se informa, hay civiles, incluidos mujeres y niños, heridos y gravemente lesionados. Si bien no hay cifras confirmadas de fallecidos y heridos, las estimaciones van de centenares a miles”.
El gobernador de Wisconsin Scott Walker reprimió a los manifestantes en la sede del gobierno estatal al tiempo que dio un nuevo ultimátum a los legisladores demócratas. El lunes, se prohibió a los manifestantes el reingreso al edificio, que fue el escenario durante la semana pasada de protestas que se extendían durante las 24 horas. Miles de personas manifestaron y durmieron dentro del edificio desde que Walker reveló su plan de eliminar los derechos de negociación colectiva de los trabajadores públicos. La sección de Wisconsin de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles se opuso a la medida y afirmó que la prohibición de la presencia de manifestantes durante el horario de trabajo era inconstitucional. El Sindicato de Empleados Estatales de Wisconsin y la Comisión de Relaciones Laborales de Wisconsin también presentaron ayer una demanda por prácticas laborales injustas contra Walker y alegaron que éste no había negociado de buena fe. Mientras que la sede del gobierno permanecía clausurada, Walker hizo otra declaración amenazando con enviar avisos de despido a 1.500 trabajadores estatales a menos que los demócratas de Wisconsin regresen a votar.
El impasse en Wisconsin se extendió a otros estados del Medio Oeste. Se prevé que a partir del miércoles los legisladores de Ohio voten una medida que despojaría a los empleados estatales de los derechos a la negociación colectiva. Mientras tanto, los legisladores demócratas de Indiana prometen permanecer en el Estado vecino de Illinois para impedir que una medida similar se apruebe en la Cámara de su Estado. A semejanza de sus colegas de Wisconsin, los demócratas de Indiana se fueron a Illinois para impedir que los republicanos pudieran reunir el quórum necesario.
La Casa Blanca manifestó su creciente respaldo a los trabajadores públicos en lucha mientras aumentan las protestas. El Presidente Barack Obama dijo ante la Asociación Nacional de Gobernadores en Washington que los sindicatos estaban siendo “denigrados y vilipendiados”.
Obama afirmó: “Creo que todos deberíamos estar dispuestos a renunciar a algo para resolver nuestros desafíos presupuestales, y creo que la mayoría de los funcionarios públicos están de acuerdo. Los demócratas y republicanos están de acuerdo con eso. De hecho, muchos empleados públicos de varios estados ya aceptaron los recortes. Pero déjenme decir esto también: no creo que le sirva a nadie que los empleados públicos sean denigrados o vilipendiados, o que sus derechos no sean respetados”.
Los comentarios de Obama tuvieron lugar mientras nuevas encuestas muestran un creciente apoyo a los trabajadores de Wisconsin y de todo el país. Según el New York Times y CBS News, los estadounidenses se oponen a la restricción de los derechos de negociación colectiva de los empleados públicos por un margen de 60% a 33%. La mayoría de los encuestados, tanto republicanos como demócratas, dijeron que los empleados públicos actualmente tienen salarios adecuados o no cobran lo suficiente, lo que representa una reprensión a los actuales intentos de recortar sus salarios y beneficios. Mientras tanto, una nueva encuesta en Wisconsin indica que el gobernador Scott Walker no sería electo si hoy se realizaran nuevamente las elecciones a gobernador de 2010. Según Public Policy Polling, el 52% de los votantes de Wisconsin dicen que votarían por el rival de Walker si se pudieran llevar a cabo las elecciones nuevamente.
Un nuevo informe independiente calcula que el plan republicano más reciente para recortar los gastos del gobierno le costaría a Estados Unidos 700.000 empleos para el año 2012. Los representantes republicanos aprobaron una medida para recortar los gastos federales en 61.000 millones de dólares el mes pasado, lo que generó un estancamiento con el Presidente Barack Obama y los congresistas demócratas y una posible paralización temporal de la actividad del gobierno.
Un activista ambientalista fue enjuiciado en Utah por evitar una venta masiva de tierras vírgenes públicas en 2008. Tim DeChristopher es acusado de interferir en una subasta pública por interrumpir la medida de último momento del gobierno de George W. Bush de subastar derechos de explotación de petróleo y gas en vastas áreas de tierras federales. DeChristopher fue arrestado tras hacerse pasar por un postor y comprar 22.000 acres de tierra en un intento por salvar la propiedad de las perforaciones. Podría ser condenado hasta a diez años de prisión y a pagar una multa de 750.000 dólares. El lunes, cientos de seguidores marcharon al palacio de justicia federal de Salt Lake City.
Un manifestante dijo: “Creo que es un acto muy claro de intimidación por parte de ellos. Lo que Tim [DeChristopher] hizo fue algo de mucho carácter, no solo por la política nacional, sino también, sin lugar a dudas, por la política de Utah y creo que eso asustó a las personas. Creo que hizo que las estructuras en el poder sintieran que las personas pueden tener la idea que tiene voz en estas cosas y que realmente podríamos cambiar las cosas. Estamos aquí como manifestantes pacíficos para decirle al mundo que realmente creemos en lo que Tim hizo y creemos que tenemos voz y podemos cambiar las cosas”.
El jefe de seguridad de la mina Upper Big Branch de Massey Energy en West Virginia fue arrestado por cargos de intentar bloquear una investigación federal de la explosión de 2010 que provocó la muerte de 29 mineros. Hughie Elbert Stover es acusado de mentirle a un inspector federal y a un agente del FBI y de ordenarle a un empleado que desechara miles de documentos de seguridad de la mina más de nueve meses después de la fatal explosión. Stover podría ser condenado a cinco años de prisión por mentirle al FBI y a veinte años por obstrucción de la justicia.
El gobierno federal otorgó el primer permiso para realizar perforaciones en aguas profundas en el Golfo de México desde que levantó la moratoria el año pasado. Noble Energy es la primera nueva empresa en ser autorizada a realizar perforaciones petroleras desde que se impuso una prohibición tras el derrame de BP.
La Coalición de Trabajadores de Immokalee lanzó una protesta en cinco ciudades para exigir condiciones de trabajo humanas para los campesinos que cosechan tomates que se venden en almacenes de grandes cadenas de supermercados. Más de mil personas marcharon en la gigante de comestibles Stop and Shop en Boston el domingo para comenzar la campaña.
Un manifestante dijo: “Nos encontramos hoy aquí, en la ciudad de Boston, enfocándonos en nuestra campaña por alimentos justos que hemos estado realizando durante los últimos quince años contra las empresas que compran los tomates. Hasta ahora, nueve corporaciones acordaron trabajar con nosotros. Esto es lo que estamos haciendo aquí y en esta marcha nos estamos enfocando en Stop and Shop y Giant y otros supermercados. Queremos que asuman responsabilidades y trabajen con nosotros para mejorar las condiciones de trabajo existentes para nosotros, los trabajadores en Immokalee, y que Stop and Shop y otros se reúnan con nosotros. Para nosotros como trabajadores esto también significaría mejores salarios”.
El tour continuará en la Ciudad de Nueva York, Baltimore y Atlanta antes de concluir en Florida, el Estado natal de los Trabajadores de Immokalee.
Las protestas a favor de la democracia están aumentando en Omán, un país del Golfo Pérsico. El lunes, las manifestaciones se extendieron a la capital, Mascate, mientras los manifestantes bloquearon calles y siguieron ocupando una plaza central en la ciudad portuaria de Sohar. Las fuerzas omaníes han sido desplegadas a las áreas de la protesta. El Sultán Qaboos Bin Said ha gobernado Omán desde 1970.
Y el gobierno iraquí está afrontando críticas por una represión de las protestas a nivel nacional. Al menos 29 personas murieron en los enfrentamientos entre las fuerzas del gobierno iraquí y los manifestantes durante el fin de semana. En lo que fue descrito como un esfuerzo por intimidar a los intelectuales disidentes, aproximadamente 300 personas, entre ellas destacados periodistas, artistas y abogados, fueron arrestados tras protestas a nivel nacional el viernes. Algunos de los detenidos afirmaron que los esposaron, les vendaron los ojos, los golpearon y los amenazaron con ejecutarlos.