Mientras Sudáfrica se prepara para el funeral de Estado de Nelson Mandela, analizamos cómo la CIA ayudó a los sudafricanos a perseguir y capturar a Mandela en 1962. En 1990, el servicio de noticias Cox citó a un ex funcionario estadounidense diciendo que pocas horas después de la detención de Mandela, un agente de la CIA llamado Paul Eckel había admitido la participación de dicha agencia. Se informó que Eckel le había dicho al funcionario: “Le entregamos a Mandela a la rama de seguridad de Sudáfrica. Les dimos todos los detalles, lo que estaba usando, la hora y el lugar exactos donde iba a estar. Lo detuvieron. Es uno de nuestro mayores éxitos”. Varios programas de noticias informaron que la verdadera fuente de la pista que condujo al arresto de Mandela era un funcionario de la CIA llamado Donald Rickard. El jueves, Democracy Now! intentó comunicarse con Rickard en su casa en Colorado. En dos ocasiones, un hombre que atendió el teléfono cortó cuando le pedimos hablar con Donald Rickard. El grupo activista RootsAction lanzó una campaña para exhortar a la CIA a que abra sus archivos sobre Mandela y Sudáfrica y el grupo de control de los medios “Fairness and Accuracy in Reporting” (Imparcialidad y Exactitud en la Cobertura) cuestionó por qué los programas de noticias privados ignoraron en gran medida esta noticia. Hablamos con el periodista Andrew Cockburn que fue el primero en informar sobre el vínculo entre la CIA y la detención de Mandela en 1986 en el periódico New York Times.
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