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El lunes, The Washington Post anunció que el periódico había sido vendido al fundador y director de Amazon.com, Jeff Bezos, por un monto de doscientos cincuenta millones de dólares. Bezos, uno de los hombres más ricos del mundo, en la actualidad controla uno de los periódicos más poderosos del país. Quienes critican la venta destacan los estrechos vínculos que Bezos tiene con el gobierno estadounidense. En el año 2010, Amazon dejó de alojar el sitio web de WikiLeaks, tras haber recibido una fuerte presión política. A principios de este año, Amazon firmó un acuerdo con la CIA por servicios informáticos, por un monto de seiscientos millones de dólares. Las librerías y los editores independientes hace mucho que se quejan de las prácticas comerciales de Amazon. Presentamos un debate sobre la historia de Amazon y el futuro de la industria de la prensa. “Los periódicos que forman parte de un monopolio, especialmente The Washington Post ubicado en la capital del país, aunque no sean una empresa comercialmente viable, tienen un enorme poder político”, afirma Robert McChesney, co fundador del grupo de reforma de los medios de comunicación Free Press. “Se trata de un juego para estos multimillonarios, que luego pueden usar agresivamente para promover sus propios intereses políticos”. El analista de medios Jeff Cohen señala que si bien The Washington Post publicó, en particular, los informes sobre Watergate y los Documentos del Pentágono hace décadas, el temor de que Bezos arruine la tradición periodística es infundado, ya que en los últimos años “The Washington Post realmente ha sido el periódico de consenso de ambos partidos”. También hablamos con Dennis Johnson, editor de Melville Books. “Amazon es una empresa que no siente dolor. Hasta donde yo sé, nunca ganaron dinero. Entonces cuando uno lo ve [a Bezos] asumir el control de The Washington Post, uno se pregunta si va a poder monetizarlo, si va a hacerlo rentable y eso quizás no le importe”, afirma Johnson.