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Otro ambientalista indígena fue asesinado en Honduras menos de dos semanas después del asesinato de la reconocida activista Berta Cáceres. Nelson García fue asesinado el pasado 15 de marzo cuando regresaba a su casa después de ayudar a miembros de un pueblo indígena que habían sido desalojados por las fuerzas de seguridad hondureñas. García era miembro del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) cofundado por Berta Cáceres. Cáceres obtuvo el prestigioso Premio Ambiental Goldman el año pasado, por su lucha de una década contra el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca en un río que el pueblo indígena lenca considera sagrado. A Berta la mataron en su casa el 3 de marzo. El jueves 17 de marzo, miles de personas se dieron cita en Tegucigalpa para realizar una movilización en demanda de justicia para Berta Cáceres y el final de lo que consideran la cultura de la represión e impunidad vinculada al apoyo del gobierno hondureño por intereses corporativos. El mismo día, cientos de personas, la mayoría de ellas mujeres, se reunieron frente a la sede de la ONU en Honduras cantando “Berta no murió; se multiplicó”. Hablamos con la hija de Cáceres, Bertha Zúniga Cáceres y con Lilian Esperanza López Benítez, coordinadora financiera de COPINH.
AMY GOODMAN: Comenzamos el programa de hoy en Honduras, donde otro ambientalista indígena ha sido asesinado menos de dos semanas después del asesinato de la reconocida activista Berta Cáceres. Nelson García fue asesinado a tiros el 15 de marzo después de volver a casa tras ayudar a un grupo de indígenas desplazados de sus hogares en un desalojo masivo llevado a cabo por las fuerzas de seguridad de Honduras. García era miembro de COPINH, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, organización cofundada por Berta Cáceres. El año pasado, Cáceres ganó el prestigioso Premio Ambiental Goldman por haber luchado a lo largo de una década contra la construcción de la represa de Agua Zarca, planeada sobre un río sagrado para los indígenas lencas. Cáceres fue asesinada a tiros en su casa el pasado 3 de marzo. En un comunicado, la policía hondureña dijo que las dos muertes no estaban relacionadas y calificó el asesinato de Nelson García como un acto “aislado”.
Pero los activistas hondureños no están de acuerdo. El jueves, miles de personas se reunieron en Tegucigalpa para exigir justicia por el asesinato de Berta Cáceres y el fin de la cultura de represión e impunidad vinculada al apoyo del gobierno de Honduras a los intereses empresariales, que según ellos reina en el país. Se informó de que diez autobuses en los que viajaban indígenas y afrohondureños fueron detenidos cuando iban en camino a la capital. Grupos activistas dijeron que algunas de estas personas comenzaron a caminar hacia Tegucigalpa tras haber sido obligados a abandonar los autobuses.
En la capital, los manifestantes marcharon frente a la Embajada de México para mostrar su solidaridad con Gustavo Castro Soto, el único testigo de la muerte de Berta Cáceres, quien continúa dentro de la embajada. Después de que Cáceres muriera en sus brazos, Castro fue interrogado y se le impidió salir de Honduras para regresar a su país natal México, a pesar de ir acompañado por el embajador de México y de que él mismo había recibido dos disparos durante el ataque en el que Cáceres fue asesinada. Una de las hijas de Berta Cáceres, Olivia, habló para Democracy Now! durante la movilización en Tegucigalpa.
OLIVIA ZÚNIGA CÁCERES: Hoy estamos aquí para pedir justicia y esclarecimiento del crimen de mi madre, que es Berta Cáceres, soy la hija mayor de ella. Hemos emprendido una lucha, una batalla a nivel internacional para hacer presión, para exigir que las agencias de cooperación que financian estas empresas multinacionales, que vienen a saquear, a exterminar nuestros pueblos, a derramar sangre en nuestros territorios, a crear conflictos territoriales, que ya no sean financiadas, que se vayan de nuestro país, porque no queremos empresas multinacionales que vengan a financiar muerte, sangre, exterminio a nuestros pueblos.
AMY GOODMAN: El miércoles, en una victoria para los simpatizantes de Berta Cáceres, el Banco Holandés de Desarrollo (FMO) y el Banco Finlandés de Desarrollo (Finnfund) anunciaron que suspenderán su ayuda financiera para la construcción de la represa de Agua Zarca. En un comunicado, el FMO dijo que estaban impactados por el asesinato de Nelson García y que pondrían fin a todas sus actividades en Honduras.
Entretanto, el lunes en Washington D. C., dos activistas escalaron una instalación de arte frente a la sede de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional para mostrar su oposición al apoyo de la agencia al proyecto de la represa, y desplegaron una pancarta que decía: “Dejen de financiar los asesinatos en Honduras”. Activistas hondureños afirman que desde que comenzó la construcción de la represa de Agua Zarca en 2013, cinco miembros de COPINH que trabajaban para detener el proyecto han sido asesinados. El miércoles, en otra acción llevada a cabo en Washington D. C., dos activistas interrumpieron una reunión del Consejo de las Américas para criticar al embajador de Estados Unidos en Honduras, James Nealon, por, según ellos, tener las manos manchadas de sangre.
MANIFESTANTE 1: ¡Él tiene la sangre de Berta Cáceres y de Nelson García en sus manos! Estados Unidos ha estado financiando [inaudible].
AMY GOODMAN: En Nueva York, centenares de personas, la mayoría mujeres, se concentraron el jueves frente a la sede de la Misión Diplomática de Honduras ante las Naciones Unidas, donde corearon: “Berta no murió, se multiplicó”. Entre los manifestantes se encontraba una de la tres hijas de Berta Cáceres, también llamada Berta, y una activista indígena lenca de COPINH, la organización de Berta Cáceres. Hablaremos con ella en unos minutos, pero antes, en una emisión en exclusiva internacional, vamos a ver nuevas imágenes de video filmadas por los miembros de COPINH y sus simpatizantes en las horas anteriores y días posteriores al asesinato de Berta. El video comienza con la misma Berta Cáceres dirigiendo un taller preparatorio el día 2 de marzo, sólo unas horas antes de que fuera asesinada.
BERTA CÁCERES: Para entender eso y por qué estos proyectos, verdad, están tan encima, el gobierno tiene toda la institucionalidad puesta al servicio de las empresas. Por qué son capaces como en Río Blanco, en esta defensa que tenemos en Gualcarque, por qué estas empresas son capaces de mover comandos especiales antiterroristas, como los comandos TIGRES, la policía militar, la policía nacional, guardias de seguridad, sicarios, etc. No es una cosa simple, debe haber algo más, allá abajo, que mueve todo ese poder y eso queremos entenderlo de mejor manera. Nosotros tenemos que apropiarnos de eso, porque tenemos la obligación como copinhes de hacer estos debates donde sea, y esto nos va servir para todas esas luchas de resistencia que ustedes están librando allí en sus comunidades.
AMY GOODMAN: Sólo unas horas después, en la madrugada del 3 de marzo, Berta Cáceres era asesinada en su casa en La Esperanza. Su hermano Gustavo expresó su reacción a la muerte de Berta mientras las autoridades retiraban su cadáver.
GUSTAVO CÁCERES: Y lo que le pido a Juan Orlando Hernández que dice que en Lenca, que mire, que aquí está tendida una lenca de verdad que nunca se avergonzó de ser india. Que lo que hacía era defender a su pueblo con su vida y dio su vida y ahora la tenemos aquí en la paila de un carro, en una bolsa, en una bolsa de plástico, como cualquier cosa. No puede ser esto en nuestro país, ¿qué pasa? Le exigimos, le exigimos, le exigimos en el nombre de mi familia, de mi madre, de este pueblo que somos miles y miles, que inmediatamente investiguemos. Y que no estén diciendo cosas que no son, y digan apegados a la verdad lo que le hicieron a mi hermana.
AMY GOODMAN: Berta era una voz habitual de la estación de radio comunitaria local, La Voz Lenca. Tras su muerte, sus compañeros activistas denunciaron su asesinato a través de la radio.
ACTIVISTA 1: Tenemos que estar alertas compañeros y compañeras, y en ningún momento nos vamos a arrodillar. En ningún momento nos vamos a rendir. En ningún momento nos vamos a vender. Si la dictadura del señor Juan Orlando Hernández Alvarado, si los ejecutivos de la empresa DESA y los sicarios, han pensado que van a apagar la lucha de nuestra organización, señores y señoras del poder se han equivocado.
MANIFIESTANTES: ¡Justicia! ¡Justicia! ¡Justicia!
AMY GOODMAN: La noticia del asesinato de Berta se extendió rápidamente. El 5 de marzo miles de personas acudieron a su funeral en La Esperanza.
MANIFESTANTE 2: Nos negamos a la victimización patriarcal que el Estado hondureño y los Estados en la región quieren imponernos. Nos negamos, y nos negamos, las mujeres y los pueblos, junto con los hermanos y hermanas. Nos negamos porque somos mujeres criminalizadas, que también estamos viviendo amenazas de muerte por romper todo este poder impuesto del neoliberalismo en nuestros territorios.
AMY GOODMAN: La gente salió a las calles en todo Honduras para denunciar su asesinato y acusar al gobierno de ser cómplice del crimen. Frente a la oficina local del fiscal, los activistas denunciaron que las autoridades habían ignorado repetidamente las denuncias de las amenazas de muerte que Berta sufría.
ACTIVISTA 2: Cuando vienen aquí al ministerio público, yo he sido objeto de varios denuncias, yo he venido a acompañar a compañeros o compañeras, y el ministerio público, o las personas que trabajan aquí, dicen estos que son revoltosos y que están en contra del desarrollo. ¿Cuál desarrollo, compañeros y compañeras? ¿Asesinar a compañeros? ¿Eso será un desarrollo?
AMY GOODMAN: Una de las activistas que condenó el asesinato de Berta fue Miriam Miranda, una líder de la comunidad garífuna de Honduras. Los garífunas son descendientes de indígenas del Caribe y de esclavos africanos.
MIRIAM MIRANDA: Queremos que nuestros hijos pueden respirar un aire puro en la próximas generaciones, queremos poder tener ríos, no solamente para lavar nuestros trapos, nuestra ropas, sino también para poder tomar agua, para poder tener agua en nuestras casas. Esa es la lucha que hacemos nosotras. Por eso nos matan. Por eso mataron a Berta Cáceres.
AMY GOODMAN: Laura, una de las tres hijas de Berta, aseguró que la lucha de su madre continuaría.
LAURA ZÚNIGA CÁCERES: Porque mi madre no se asesina, mi madre se siembra y nace y renace. Esto que quisieron apagar hoy, este incendio, que es la lucha del pueblo, lo único que hicieron fue prenderle más fuego, porque quisieron apagar el fuego con gasolina.
MANIFESTANTES: ¡Justicia! ¡Justicia! ¡Justicia!
AMY GOODMAN: Escuchábamos a la hija de Berta Cáceres, Laura, hablando tras la muerte de su madre en Honduras. Cuando volvamos de la pausa, nos acompañarán la hermana de Laura e hija de Berta Cáceres, Bertha Zúniga Cáceres. También nos acompañará Lilian Esperanza López, miembro de COPINH, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, la organización que Berta Cáceres fundó. Esto es Democracy Now!, estaremos de vuelta en un minuto.
[PAUSA]
AMY GOODMAN: Karla Lara, “La Casa de la Justicia”. Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman. Hoy estamos hablando sobre Honduras, donde otro ambientalista indígena ha sido asesinado, menos de tres semanas después del asesinato de la reconocida activista ambiental Berta Cáceres. Nelson García fue asesinado a tiros el martes después de volver a casa tras ayudar a un grupo de indígenas que habían sido desplazados de sus hogares en un desalojo masivo llevado a cabo por las fuerzas de seguridad de Honduras. García era miembro de COPINH, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, organización cofundada por Berta Cáceres. El año pasado, Cáceres ganó el prestigioso Premio Ambiental Goldman por haber luchado a lo largo de una década contra la construcción de la represa de Agua Zarca, planeada sobre un río sagrado para los indígenas lencas.
Nos acompañan ahora la hija de Berta Cáceres, Bertha Zúniga Cáceres, así como Lilian Esperanza López, coordinadora financiera de COPINH, la organización que Berta cofundó.
Bienvenidas las dos a Democracy Now! Bertha, antes de nada, mi pésame por la muerte de su madre.
BERTHA ZÚNIGA CÁCERES: Gracias, agradecer el espacio de los medios que también dan seguimiento a las luchas y no son solamente una noticia.
AMY GOODMAN: Berthita, ¿Por qué ha venido a Estados Unidos?
BERTHA ZÚNIGA CÁCERES: Pues estamos aquí porque queremos seguir denunciando lo que pasó con mi mami. Queremos contar la verdad acerca de su asesinato ya que en Honduras la situación está siendo muy manipulada por los medios de comunicación y el tratamiento que se está dando por parte del gobierno es realmente lamentable. Entonces queremos compartir con las luchadoras sociales, con los luchadores sociales, pero también con autoridades y personas que puedan escuchar para que las exigencias que nosotros hemos planteado al gobierno de Honduras puedan concretarse realmente.
AMY GOODMAN: ¿Qué le está exigiendo al gobierno de Estados Unidos?
BERTHA ZÚNIGA CÁCERES: Pues creo que una de las demandas centrales es que se nos acompañe en nuestra exigencias, nosotros hemos planteado una diversidad de puntos que han sido muy poco escuchados dentro de nuestro propio país. Parece que el gobierno hondureño solamente estuviera preocupado por lo que internacionalmente se dice y no realmente por dar un seguimiento, o realmente verifica qué fue lo que pasó con el asesinato de mi madre. Entonces creo que esa es una parte central, el hecho de que se conforme una comisión independiente de investigación que sea conformada por expertos de la confianza de la familia y de la organización, porque la investigación que hasta el momento se ha realizado está sumamente amañada, y el resultado que pueda arrojar no es confiable para nosotras. Y creemos que el gobierno de Estados Unidos, al igual que muchas otras personas pueden presionar al gobierno de Honduras para que permita que esta comisión participe en la investigación, porque la Comisión Interamericana de Derechos Humanos nos ha expresado que está dispuesta, pero que necesita una invitación del gobierno de Honduras para que su investigación sea pertinente dentro de la investigación.
AMY GOODMAN: Odio hacerle esta pregunta. Según lo que usted sabe. ¿Qué cree que pasó cuando su madre fue asesinada? Ella estaba en su casa en La Esperanza, en Honduras. Eso fue hace dos semanas. Ella era una líder ambientalista conocida a nivel mundial. ¿Qué pasó allí, en la casa donde usted creció?
BERTHA ZÚNIGA CÁCERES: Pues al enterarme de su asesinato obviamente se me vino a la cabeza quiénes realmente estaban detrás de esto, porque nosotros sabíamos de las amenazas recurrentes que ella tenía, y que en la última semana se habían incrementado, y esto se dio en la lucha contra esta represa hidroeléctrica llamada Agua Zarca. También siempre temimos por su seguridad y por su vida porque sabemos que dentro de estas amenazas también participaban las fuerzas represivas en Honduras, que la policía, los militares habían participado resguardado los planteles de la empresa, y más que velar por los derechos humanos, estaban velando por proteger los intereses de la empresa privada. Entonces nosotros sabíamos que habían intereses muy grandes para acabar con su vida y con la lucha a su organización, porque no era la lucha solamente de ella, sino la lucha de todo un pueblo y también la lucha del movimiento social hondureño.
AMY GOODMAN: Pocas horas antes de que Nelson García fuera asesinado —lo que sucedió hace sólo unos pocos días, después del asesinato de Berta— más de 60 miembros del Congreso de Estados Unidos firmaron una carta dirigida al Secretario de Estado, John Kerry y al Secretario del Tesoro, Jacob Lew, exigiendo una revisión de la ayuda en materia de seguridad a Honduras y una investigación independiente con respecto al asesinato de Berta Cáceres. Parte de la carta decía: “Nos sentimos profundamente entristecidos y enojados por el brutal asesinato de Berta Cáceres y estamos consternados por la continua ayuda de nuestro gobierno a las fuerzas de seguridad de Honduras, que como se ha documentado ampliamente, son corruptas y peligrosas. ¿A donde se destina esa ayuda militar de EE.UU., Berthita?
BERTHA ZÚNIGA CÁCERES: Pues yo creo que la ayuda militar es la ayuda clásica que los Estados Unidos da para toda la región Latinoamericana. En Honduras fue reforzada a partir del golpe de estado del año 2009, en la que se incrementó el presupuesto nacional para el tema de la seguridad, pero que también se crearon fuerzas especializadas para supuestamente velar por la seguridad en el país. Pero al contrario, lo que se ha producido es el incremento de la inseguridad, de la violencia y la represión muy dirigida hacia el movimiento social hondureño, entonces creo que el papel también de las fuerzas de seguridad es muy importante dentro de las barreras que se ponen al movimiento social y al ejercicio de la defensoría de los derechos humanos. También es de nuestra preocupación que esta colaboración continúe porque se demuestra que estas fuerzas de seguridad no cumplen el objetivo para el que supuestamente fueron creadas. Entonces, para los pueblos indígenas, principalmente la presencia de fuerzas armadas son muy peligrosas, porque tienen una vida distinta, de armonía, y más bien sólo incrementa los conflictos dentro de las comunidades.
AMY GOODMAN: Algo muy interesante en la elección presidencial de 2016 aquí en Estados Unidos es la relación entre Hillary Clinton, quien fue la Secretaria de Estado que básicamente aprobó el golpe de 2009 y el gobierno golpista en Honduras, pero antes de hablar de eso quiero pasar a nuestra segunda invitada, Lilian Esperanza López, ella es la coordinadora financiera del COPINH, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, organización cofundada por Berta Cáceres. Lilian, ¿cuántas veces ha sido interrogada tras el asesinato de Berta?
LILIAN ESPERANZA LÓPEZ BENÍTEZ: Pues hasta al momento desde que sucede el asesinato de la compañera Berta, he sido interrogada en cuatro veces y recibiendo muchas llamadas telefónicas de la fiscalía, y en esos momento nos preguntamos: ¿por qué a nosotros que estamos dentro de la organización nos están interrogando? Levantando una denuncia primeramente a lo que es la organización del COPINH, a los miembros del COPINH y ¿por qué empiezan a interrogar?
AMY GOODMAN: ¿Le han interrogado desde el asesinato de Berta?
LILIAN ESPERANZA LÓPEZ BENÍTEZ: Si. He estado días enteros en la fiscalía en interrogaciones.
AMY GOODMAN: ¿Por qué cree que está siendo interrogada?, y ¿quién le está interrogando?
LILIAN ESPERANZA LÓPEZ BENÍTEZ: Bueno, quien nos interroga es la fiscalía, porque lo que ellos quieren es realmente vincular el asesinato de la compañera como un problema interno, donde se sabe que un problema interno nunca ha habido dentro de la organización, durante los años que he estado compartiendo con ella. Lo único que quiere el gobierno es despedazar a la organización, y eso es lo que él quiere lograr, pero como mujeres y como organización fuerte esperamos que no lo logre. Porque esta ha sido una fortaleza más para seguir trabajando dentro de la organización defendiendo los recursos naturales.
AMY GOODMAN: Lilian, primero fue asesinada Berta Cáceres, la fundadora de su organización COPINH. Explíquenos qué le pasó a Nelson García, sólo unos días después.
LILIAN ESPERANZA LÓPEZ BENÍTEZ: A trece días del asesinato de la compañera Berta, días anteriores había habido un desalojo también en Río Lindo Cortés y debido a eso se volvió otra vez a intentar el desalojo, y el gobierno bien lo hubiera podido detener, porque si el gobierno no quiere estar involucrado en el asesinato de la compañera Berta, hubiera detenido ese asesinato. Horas después de haber sido el desalojo por policías y militares y por un juzgado, ha sido asesinado el compañero Nelson García, justamente cuando él está llegando a su casa, ya lo están esperando sicarios para asesinarlo.
AMY GOODMAN: ¿Teme por su vida?
LILIAN ESPERANZA LÓPEZ BENÍTEZ: Realmente si tememos, pero esta ha sido una lucha que hemos luchado, ha sido un camino que hemos emprendido y que esto ha sido para fortalecer, para dar un inicio nuevamente, seguir trabajando como siempre lo hizo nuestra compañera y que eso ha sido un homenaje hacia ella y que le hemos prometido seguir su mismo camino para defender la lucha, porque como mujeres estamos luchando. En Honduras, sabemos que es un país violento y que nos asesinan únicamente por ser mujeres y por estar defendiendo la defensa de lo recursos naturales en el pueblo Lenca.
AMY GOODMAN: Háblenos del trabajo que realiza COPINH, su organización, que fue fundada por Berta.
LILIAN ESPERANZA LÓPEZ BENÍTEZ: EL COPINH hace veintiún años que ha venido luchando y que ahora este 27 de marzo va a estar cumpliendo veintidós años. COPINH ha sido una organización para defender los recursos naturales en las comunidades lencas, porque las comunidades lencas tienen sus propios títulos comunitarios, también su personería jurídica donde ellos están amparados bajo el convenio 169 y lo único que hacemos es apoyar a las comunidades lencas para que defiendan sus propios recursos y defiendan sus propios derechos, como organización. Porque muchas comunidades han sido despojadas de sus propias tierras, han sido destruidos sus cultivos cuando las empresas están llegando a esas comunidades. No se les respeta esos derechos, y la organización eso es lo que ha emprendido, una lucha desde hace mucho tiempo y que eso lo vamos a continuar a sabiendas de que nuestra compañera también fue asesinada y que también muchas mujeres podemos ser asesinadas en este trayecto, pero que el gobierno se seguirá manchando las manos de sangre con muchas mujeres.
AMY GOODMAN: ¿Cuál es su mensaje para el gobierno de Estados Unidos?
LILIAN ESPERANZA LÓPEZ BENÍTEZ: Mi mensaje sería que estos países que también están financiando, a los bancos que también financian, (que) están dando esas ayudas, a esas transnacionales, que ya no lo sigan haciendo, porque debido a estos financiamientos, debido a estas transnacionales que están en este país hondureño se ha dado el asesinato de la compañera y se han dado asesinatos de muchos líderes de las comunidades, y que eso a ellos no les importa, pero nosotros seguimos en lucha y las mujeres en Honduras, el pueblo lenca, no nos van a detener. Seguimos en esa marcha, seguimos en esa lucha fuerte para honrar y darle ese homenaje que nos dejó nuestra compañera Berta.
AMY GOODMAN: Bertha Cáceres, usted es la hija de Berta Cáceres, háblenos sobre la represa contra la que por tanto tiempo luchó su madre, la represa de Agua Zarca, y por qué ella se oponía de forma tan firme a ese proyecto.
BERTHA ZÚNIGA CÁCERES: Bueno, yo creo que la posición por parte no sólo de mi madre sino también del pueblo indígena lenca y del movimiento social hondureño, significan preservar la vida de las comunidades y luchar por mantener la vida, no sólo para nosotros sino para el mundo entero, y es muy importante establecer la diferencia de las visiones entre las comunidades indígenas y un modelo extractivo que realmente significa despojo, saqueo de los bienes comunes de la naturaleza y pues a la larga también la muerte de las comunidades y de su forma de vivir. Entonces por eso es que se oponía mi madre tan fervientemente, con tanta firmeza a estos proyectos, porque realmente no trae el supuesto desarrollo que dicen y que pues significan la muerte de las comunidades.
AMY GOODMAN: ¿Cuál es el rol del golpe de Estado de 2009 que derrocó al presidente democráticamente electo Mel Zelaya en lo que ha estado ocurriendo desde ese momento en Honduras?
BERTHA ZÚNIGA CÁCERES: Yo creo que el papel que ha tenido es la razón de la muerte de cientos de activistas y defensores y defensoras de la vida porque ese es el origen de toda la problemática que ahora enfrentan las comunidades indígenas, ya que después del golpe de Estado se dieron cientos de concesiones para la explotación hidroeléctrica, minera, se establecieron las ciudades modelo, también los proyectos de venta de oxígeno y una diversidad de proyectos de despojo de la población, y entonces, realmente el golpe de estado lo estamos viviendo ahora, con el establecimiento de toda una serie de proyectos que fortalecen un modelo económico que significa pues el saqueo de los bienes comunes de la naturaleza. Entonces tiene un papel importante y un significado que viene a concretarse en las situaciones que ahora estamos experimentando.
AMY GOODMAN: Desde el golpe, Honduras se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos del mundo. Hace unos días hablamos con Greg Grandin, profesor de Historia en la Universidad de Nueva York y le preguntamos acerca de lo que Berta Cáceres dijo sobre el papel de Hillary Clinton en el golpe de 2009, cuando ella era la secretaria de Estado. En este clip vamos a escuchar a Berta Cáceres y después la respuesta de Greg Grandin, a quien Juan González y yo entrevistamos. La declaración de Cáceres es del programa de televisión argentino Resumen Latinoamericano.
BERTA CÁCERES: Si, si, tiene mucho que ver, porque venimos arrastrando un golpe de Estado que no pudimos echarlo para atrás. No pudimos revertirlo. Siguieron y siguen los golpistas. Y después, con las elecciones, como bien lo dice la misma Hillary Clinton en su libro “Decisiones difíciles”, donde prácticamente está diciendo lo que va a pasar en Honduras. Y eso demuestra una mala injerencia norteamericana en nuestro país. Que el tema de que vuelva Mel Zelaya a la presidencia se vuelva un tema secundario, y que se van a hacer elecciones en Honduras. Y ella ahí reconoce que ellos siempre evitaron que Mel Zelaya retornara a la presidencia, y que iban a haber elecciones. Y la comunidad internacional oficial y los gobiernos en su gran mayoría aceptaron eso. Y advertimos que eso era muy peligroso y que daba paso a una barbarie no sólo en Honduras sino que en el continente. Y hemos sido testigos de eso.
AMY GOODMAN: Escuchábamos a la activista ambiental hondureña Berta Cáceres, hablando en el año 2014. Ella fue asesinada la semana pasada en su casa en La Esperanza, en Honduras. El año pasado fue galardonada con el Premio Ambiental Goldman. Ella era una destacada ambientalista a nivel mundial. ¿Profesor Grandin?
GREG GRANDIN: Ella criticó el libro de Hillary Clinton “Decisiones difíciles”, en el que Clinton defiende sus acciones en Honduras como un ejemplo de un pragmatismo. Ese libro es en realidad una confesión. Todos los demás países del mundo o de América Latina exigían la restitución de la democracia y el retorno de Manuel Zelaya. Fue Clinton quien básicamente relegó esa inquietud a una preocupación secundaria e insistió en la celebración de una elecciones que legitimaron y sistematizaron el régimen golpista, creando la pesadilla que existe hoy en día.
Eso es algo que también se puede ver en sus correos electrónicos. El verdadero escándalo de los correos electrónicos no es la cuestión del procedimiento… Ella quería crear un sistema de comunicaciones de que no quedara registro y que no pudiera ser revelado al público bajo la Ley de Libertad de Información. El verdadero escándalo de los correos electrónicos tiene que ver con el contenido de los mismos. Ella habla del proceso a través del cual trató de deslegitimar a Zelaya y legitimar las elecciones, sobre las que Cáceres habla en esa entrevista, denunciando que se estaban llevando a cabo en unas condiciones extremadamente militarizadas y fraudulentas, en un proceso disfrazado de democracia. Todo eso está en los correos electrónicos.
JUAN GONZÁLEZ: Y concretamente, ¿qué dice en los correos electrónicos?
GREG GRANDIN: Ella habla de trabajar para lograr una legitimación, consiguiendo que otros países cedan a la presión y acepten los resultados de la elección y renuncien a las demandas de que Zelaya sea restituido y, básicamente, dejen de calificar lo ocurrido como un golpe de Estado.
AMY GOODMAN: Vamos a marzo de 2010. En este video vamos a ver a la secretaria de Estado Hillary Clinton viajando para reunirse con el presidente de Honduras, Porfirio “Pepe” Lobo, cuya elección fue boicoteada por los opositores al golpe que derrocó a Zelaya. Clinton insta a los países de América Latina a normalizar las relaciones con el gobierno de facto. Tras eso escucharemos la respuesta del profesor Greg Grandin.
HILLARY CLINTON: Creemos que Honduras ha realizado pasos importantes y necesarios que merecen el reconocimiento y la normalización de las relaciones. Acabo de enviar una carta al Congreso de Estados Unidos notificándoles que vamos a restaurar la ayuda a Honduras. Otros países de la región dicen que quieren esperar un tiempo. No sé qué están esperando, pero si quieren esperar, están en su derecho.
AMY GOODMAN: Escuchábamos a la secretaria de Estado Hillary Clinton apoyando el golpe de Estado. ¿Qué es lo que sucedió después, hasta llegar al horror de la semana pasada, al asesinato de Berta Cáceres?
GREG GRANDIN: Bueno, eso es sólo un ejemplo del horror. Cientos de activistas campesinos y activistas indígenas han sido asesinados. Decenas de activistas por los derechos de los homosexuales han sido asesinados.
La situación en Honduras es una pesadilla. En cierto modo, el régimen golpista básicamente entregó Honduras para que fuera saqueado por las compañías transnacionales. Y en esa entrevista, Berta Cáceres dice que después del golpe de Estado se instauró algo parecido a una contrainsurgencia permanente en favor de las compañías transnacionales. Y eso, no habría sido posible si no hubiera sido por la normalización o la legitimación de esa elección por parte de Hillary Clinton.
AMY GOODMAN: Escuchábamos al profesor de la Universidad de Nueva York Greg Grandin respondiendo a los comentarios de Hillary Clinton. También hemos escuchado a la misma Berta Cáceres hablando del rol de Clinton en el golpe. Estamos con su hija, Bertha Zúniga Cáceres. Bertha, ¿Fue su madre incluida en una lista negra de personas que debían ser asesinadas en Honduras? ¿Era su nombre el primero de la lista?
BERTHA ZÚNIGA CÁCERES: Bueno, ella estaba dentro de las listas de las personas a las que se les otorgó medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Estas medidas cautelares fueron otorgadas a personas que tenían un liderazgo muy fuerte dentro del movimiento de oposición al golpe de Estado. La organización completa, el COPINH, fue también una de las organizaciones que se pronunció totalmente en contra del golpe de Estado que participó en cientos de movilizaciones que se hicieron a continuación del golpe de Estado y que siempre declararon su oposición a que esto fuera llamado una sucesión presidencial, y también, el papel del COPINH fue de negar la participación de la población en unas elecciones que se consideraban no debían ser, no debían realizarse, porque estábamos en un golpe de Estado y no podía permitirse y decirse que era una sucesión democrática.
AMY GOODMAN: Bertha, para terminar. Usted ha dicho que su madre no ha sido la primera activista en ser asesinada y que no será la última. ¿Teme por su vida?
BERTHA ZÚNIGA CÁCERES: Pues yo creo que el temor existe y que es una realidad, pero que, ahora más que nunca, lo que nosotras insistimos es lograr que el asesinato de mi madre sea un precedente de justicia. Por eso es la importancia también de investigar su crimen, porque sabemos que el gobierno tiene miedo de que una comisión independiente pueda decir quiénes realmente están detrás de su asesinato y que pueda revelar la articulación bajo las que funcionan los poderes oligárquicos en nuestro país, la articulación que tienen las empresas protegidas por una institucionalidad hondureña, en la que un sistema de justicia también apoya estas instalaciones, a pesar de que violentan los derechos humanos, pero que también actúa aliada a fuerzas de seguridad.
AMY GOODMAN: Quiero darles las gracias a las dos por estar con nosotros. Nuestras invitadas han sido Bertha Isabel Zúniga Cáceres, la hija de Berta Cáceres, quien fue asesinada hace dos semanas en su casa en La Esperanza, en Honduras; y Lilian Esperanza López Benítez, miembro de COPINH, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, organización cofundada por Berta Cáceres. Gracias a las dos por estar con nosotros. Y, de nuevo, les doy el pésame. Gracias también a nuestro traductor, Charlie Roberts. Visiten nuestro sitio web para ver nuestra cobertura completa sobre el asesinato de Berta Cáceres y sobre el golpe en Honduras. Democracy Now! estuvo en el avión junto a Manuel Zelaya cubriendo su regreso a Honduras desde Nicaragua tras haber sido derrocado en el golpe. Además, pueden ver nuestras entrevistas con el presidente Zelaya y con varios activistas indígenas de Honduras.
Producción del reportaje en español: Linda Artola, Juan Carlos Dávila y Clara Ibarra.
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