En Estados Unidos, el gobierno de Obama ordenó el cese de la construcción de una parte del oleoducto Dakota Access, que está valuado en 3.800 millones de dólares y ha enfrentado meses de resistencia por parte de la tribu sioux de Standing Rock y cientos de otras tribus de todo Estados Unidos y Canadá, en lo que es catalogado como la instancia de mayor unión entre las tribus nativas norteamericanas en décadas. En una drástica serie de acciones, el viernes de tarde, un juez federal rechazó la solicitud de cesación que presentó la tribu sioux de Standing Rock contra el gobierno estadounidense respecto al oleoducto. A continuación, el Ejército, el Departamento de Justicia y el Departamento del Interior respondieron con el anuncio de que el Cuerpo Ingenieros del Ejército no emitiría permisos para que la empresa Dakota Access perfore la tierra por debajo del río Missouri hasta que ese organismo reconsiderara los permisos expedidos con anterioridad. La noticia fue bien recibida por los manifestantes que se han congregado a lo largo del río Cannonball en la Reserva Sioux de Standing Rock para resistir la construcción del oleoducto. Esta es Francine Garreau Hall, de la tribu sioux del río Cheyenne.
Francine Garreau Hall expresó: “Estoy muy agradecida porque en nuestra relación entre gobiernos, el gobierno federal está vinculado legalmente por un tratado para proteger nuestros intereses. Me alegra que haya asumido su lugar y que haya hecho lo que hizo”.
Las agencias también solicitaron a Dakota Access que cese voluntariamente la construcción del oleoducto en un área que abarca 32 kilómetros al este y al oeste de la represa Oahe.