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En Estados Unidos faltan pocas semanas para las elecciones presidenciales, que tendrán lugar el 5 de noviembre. En este contexto, el viernes 2 de septiembre, en el estado de Georgia, la mayoría favorable a Trump de la Junta Electoral Estatal logró la aprobación, por 3 votos contra 2, de una medida que exige que los votos sean contados manualmente. Esto podría retrasar el anuncio de los resultados de las elecciones y sembrar el caos en este estado decisivo en términos electorales. Activistas por el derecho al voto señalan que el conteo manual de votos no solo lleva más tiempo sino que también podría generar más errores que el uso de las máquinas estándar de votación. “Esto suma, realmente a última hora, una nueva capa de confusión”, plantea la abogada de derecho electoral Sara Tindall Ghazal, la única integrante demócrata de la Junta Electoral del Estado de Georgia, quien añade: “Se está haciendo todo para que en los condados salgan mal las cosas pero, para mí, uno de los aspectos más preocupantes de todo esto es que, según lo que han dicho nuestros abogados […] ni siquiera teníamos la autoridad jurídica para tomar esta medida”. En 2020, Donald Trump perdió contra Joe Biden en Georgia por menos de 12.000 votos y continúa afirmando sin fundamentos que hubo un fraude electoral. También hablamos del tema con Ari Berman, corresponsal de derechos electorales de la revista Mother Jones, quien dice que esta modificación de las normativas en Georgia es parte de una campaña más amplia del Partido Republicano para “manipular los reglamentos electorales en su beneficio de una manera realmente nunca antes vista.” Berman también analiza cómo, en el estado de Nebraska, los aliados de Trump están incrementando sus esfuerzos para cambiar el funcionamiento del Colegio Electoral del estado y hacer que todos los votos sean otorgados a quien gane las elecciones a nivel estatal.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.
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