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Hablamos con Brett Murphy, reportero de ProPublica responsable de una importante investigación que reveló que, con el fin de poder seguir suministrando armas a Israel, el Gobierno de Biden pasó por alto advertencias emitidas por sus propios expertos acerca de las trabas que el Gobierno de Netanyahu estaba poniendo al ingreso de ayuda humanitaria a Gaza. A principios de año, tanto USAID, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, como la oficina de refugiados del Departamento de Estado emitieron informes que concluyen que las autoridades israelíes obstaculizaban rutinariamente la entrega de alimentos y medicamentos en el devastado territorio palestino, donde el hambre, las enfermedades y el desplazamiento han causado estragos en la población civil. La ley estadounidense exige que el Gobierno detenga los envíos de armas a países que impidan la llegada de asistencia respaldada por Estados Unidos. Sin embargo, el secretario de Estado, Antony Blinken, ignoró estos informes y le dijo al Congreso que Israel no estaba restringiendo el ingreso de ayuda humanitaria y, con ello, contribuyó a que se sigan enviando armas al Ejército israelí para su guerra contra Gaza.
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