
En Nueva York, agentes de inmigración del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos detuvieron el sábado a uno de los organizadores del campamento en solidaridad con Gaza de la Universidad de Columbia. Mahmoud Khalil, ciudadano argelino de ascendencia palestina, es poseedor de una tarjeta verde de residencia permanente en EE.UU. y está casado con una ciudadana estadounidense, quien está embarazada de ocho meses. Funcionarios del Servicio de Inmigración le dijeron al abogado de Khalil que su permiso de residencia permanente había sido revocado. Khalil se había graduado recientemente en la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Columbia y en estos momentos se desconoce su paradero. “El Gobierno [de Trump] no parece saber cómo justificar esta medida unilateral y muy arbitraria”, señala Prem Thakker, columnista y corresponsal de asuntos políticos del medio digital Zeteo.
La detención de Khalil se produce en el marco del anuncio realizado la semana pasada por el Grupo de Trabajo del Gobierno Federal para Combatir el Antisemitismo designado por Donald Trump de que cancelaría subvenciones y contratos del Gobierno federal por un valor de 400 millones de dólares para la Universidad de Columbia, a pesar de las medidas tomadas por dicha institución para suprimir el activismo a favor de Palestina en sus campus. El Gobierno de Trump no “se preocupa realmente por el antisemitismo o por mantener a salvo a la gente judía. Lo único que les importa es aplastar la disidencia”, señala Joseph Howley, profesor adjunto de estudios clásicos en la Universidad de Columbia.
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