En Washington, se intensifican los pedidos de renuncia de Karl Rove, principal asesor del presidente Bush, por su participación en la revelación de identidad de la agente encubierta de la CIA. Durante casi dos años la Casa Blanca negó que Rove hubiera revelado el nombre a la prensa, sin embargo Newsweek informó el domingo que Rove habló personalmente con un reportero de la revista Time acerca de la agente, Valerie Plame, a pesar de que no mencionó su nombre. El portavoz de la Casa Blanca Scott McClellan se rehusó el lunes a responder preguntas sobre Rove, argumentando que era demasiado pronto y que había una investigación de por medio. Sin embargo, cuando hace dos años surgieron las acusaciones a Rove, la Casa Blanca negó sistemáticamente la responsabilidad del funcionario. En septiembre de ese año, McClellan expresó a los reporteros que había hablado con Rove y que “no es cierto” que haya estado involucrado en la revelación del nombre. Por su parte, el presidente ha repetido en diversas oportunidades que despediría a cualquier persona involucrada en la revelación de información confidencial. El lunes el líder de la minoría del senado Harry Reid afirmó que “confío en que cumplan la promesa”.
El número oficial de muertos tras los ataques de la semana pasada en Londres asciende a 52. La policía anunció en las primeras horas de hoy que registraron cinco domicilios en West Yorkshire, en el noreste de Inglaterra, en relación con los ataques. Los investigadores creen que todas las bombas fueron elaboradas por la misma persona y que se utilizaron explosivos militares.
El presidente Bush prometió ayer que continuaría la denominada guerra antiterrrorista.
Por otra parte, una nueva encuesta de CNN revela que la mayoría de los estadounidenses consideran que la guerra de Irak ha convertido a Estados Unidos en un lugar menos seguro del terrorismo. El porcentaje de encuestados que respondieron de esta manera aumentó de 39% a 54%, tras los ataques de Londres. Solamente un 40 % de los estadounidenses opinan que la guerra de Irak ha logrado que el país sea más seguro.
En Irak, el clérigo chiíta Muqtada Al Sadr realizó una petición solicitando el retiro de las tropas estadounidenses del país. Sadr pretende recolectar un millón de firmas esta semana, y unas 400.000 personas ya firmaron la petición que será presentada ante el gobierno iraquí y Naciones Unidas. La petición expresa que: “por la presente declaro mi rechazo a las fuerzas de la ocupación y exijo su retiro”.
En otras noticias de la guerra de Irak, un juez federal falló a favor de que prosiga el juicio de dos informantes a su ex empleador, a quien acusan de evadir impuestos por decenas de millones de dólares en proyectos de reconstrucción de Irak. Los informantes son ex empleados de Custer Battles.
En el Líbano, el ministro de defensa saliente sobrevivió un ataque a su convoy, mientras atravesaba un barrio rico de Beirut. El ministro, Elias Murr, fue trasladado al hospital con heridas leves y al menos dos personas murieron en la explosión. Murr es yerno del presidente pro sirio Emile Lahoud.
La comunidad mundial recordó ayer el 10º aniversario de la masacre de Srebrenica en la que 8.000 musulmanes fueron asesinados por los serbio-bosnios. La matanza fue la peor atrocidad perpetrada en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Los musulmanes fueron masacrados luego de haber sido trasladados desde lo que se suponía era una “zona protegida” de la ONU. Mark Brown, enviado especial de Kofi Annan, leyó un mensaje personal del Secretario General. Los supuestos perpetradores, el líder serbio-bosnio Radovan Karadzic y su jefe militar, Ratko Maldic, fueron acusados de genocidio por el tribunal de la ONU en La Haya, pero permanecen en libertad en alguna parte de la ex Yugoslavia.
Volvemos a Estados Unidos, donde la Suprema Corte otorgó el lunes un aplazamiento de último momento a la ejecución de un hombre en Virginia, que estaba programada para las 9 de la noche. Los abogados de Robin Lovitt solicitaron que se revisara su procesamiento por homicidio luego que un funcionario de la Corte destruyera evidencia clave, impidiendo la realización de nuevas pruebas de ADN.
Una coalición de 12 grupos ambientalistas y activistas convocan a boicotear a Exxon Mobil. Los grupos denominan a la gigante petrolera como “criminal”, por no reconocer la existencia del calentamiento global y por su apoyo a la exploración de gas y petróleo en el Refugio Nacional de Vida Salvaje del Ártico. Los grupos involucrados son el Sierra Club, el Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales y U.S. Public Interest Group (Grupo de Interés Público de Estados Unidos).
Surgen más novedades acerca del funcionario implicado en el escándalo Irán-Contras. Los Angeles Times informa que Robert Earl trabaja ahora en una de las oficinas más codiciadas del Pentágono como jefe de personal de Gordon England, actual secretario de Defensa. Earl admitió en 1987 ante el gran jurado que había destruido y robado documentos de seguridad nacional mientras trabajaba para el Teniente Coronel Oliver North durante el escándalo Irán-Contras, a pesar de lo cual nunca fue procesado. Los Angeles Times señala que, en su nuevo cargo, Earl está autorizado a revisar documentos confidenciales similares a los que destruyó en el pasado. Varias piezas fundamentales en el asunto Irán-Contra, como Elliott Abrams o John Poindexter, tuvieron una incidencia clave en el actual gobierno de Bush.