Mientras tanto, y a pesar de la grave situación que atraviesa Nueva Orleans, el alcalde de esa ciudad, Ray Nagin, ordenó a casi todos los 1.500 agentes de policía a su mando que abandonaran la misión de búsqueda y rescate el miércoles de noche, y volvieran a las calles para impedir que la gente se apoderara de mercaderías. En algunos casos, el saqueo condujo a estallidos de violencia. Se informó que en varios comercios la gente se llevó todo el stock de pistolas y otras armas, y la policía informa que pandillas armadas merodean por las calles. En medio de la desesperación, algunas personas persiguieron el miércoles a un camión de la policía repleto de alimentos, mientras que los propios agentes policiales de la ciudad se apropiaban de equipos en un depósito de bienes saqueados. Al defender su decisión de que la policía abandonara las misiones de rescate, el alcalde comentó: “Es muy difícil, porque en mi opinión los saqueos comenzaron porque la gente se quedó sin alimentos, y no se puede discutir mucho contra eso”. Pero anoche dijo a la agencia de noticias AP: “Están comenzando a acercarse a las zonas densamente pobladas, hoteles, hospitales, y los detendremos ahora”.
Nueva Orleans ordena a la policía que detenga los saqueos
Titular01 Sep. 2005