Uno de los políticos republicanos más poderosos de la historia fue forzado a abandonar su cargo como líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, luego de que un jurado en Texas lo acusara de conspiración para violar las leyes electorales. Tom DeLay, conocido como “El Martillo”, es acusado de conspirar junto con dos asistentes, previamente acusados, para violar una prohibición de uso de dinero corporativo para apoyar a candidatos políticos estatales, mediante el filtrado de miles de dólares de contribuciones corporativas a través del Comité Nacional Republicano. Según analistas, los cargos presentados el miércoles son sólo una pequeña parte de las acusaciones de corrupción contra DeLay. Los republicanos de la Cámara de Representantes se reunieron horas después de que las acusaciones se hicieran públicas, y eligieron al representante Roy Blunt, de Missouri, para sustituir a DeLay, quien se vio forzado a renunciar temporalmente debido a las normas de la Cámara. Mientras en Washington proliferaban los comentarios de que la carrera de DeLay llegaba a su fin, “El Martillo” respondió el golpe al ofrecer una conferencia de prensa en la que proclamó ser inocente. DeLay describió al fiscal demócrata que formuló la acusación, Ronnie Earle, como un “fanático partidista” que dirige una “campaña de represalia política coordinada y premeditada”. DeLay dijo: “Es un cargo que no puede sostenerse ni siquiera ante un escrutinio superficial. Este acto es el producto de una campaña de represalia política coordinada y premeditada , el resultado predecible de una investigación vengativa dirigida por un fanático partidista.” El liderazgo republicano del Congreso apoya a DeLay, y la Casa Blanca también. El portavoz Scott McClellan dijo: “Sí, DeLay es un buen aliado, un líder con el que hemos trabajado conjuntamente para lograr cosas para el pueblo estadounidense”
El martillo de las acusaciones cae sobre DeLay
Titular29 Sep. 2005