Titulares13 de abril de 2006

Al menos 65.000 iraquíes huyeron de sus hogares en las últimas semanas, como resultado de la creciente violencia e intimidación. Las cifras proporcionadas por el gobierno iraquí indican que el índice de desplazamiento se duplicó durante las últimas dos semanas.

A principios de esta semana, Patrick Cockburn —veterano corresponsal para Medio Oriente del periódico The Independent de Londres— escribió: “Me estoy convenciendo de que [Irak] no sobrevivirá… He estado cubriendo la guerra desde que comenzó hace tres años, y la situación nunca había sido tan terrible”.

Al menos 25 personas murieron el miércoles, cuando un coche bomba explotó frente a una mezquita chiíta cerca de Baquba.

Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos anunciaron la muerte de otros cuatro soldados estadounidenses. Esto coloca al número de bajas estadounidenses de este mes en 35, una cifra mayor al número de muertes ocurridas durante todo el mes de marzo.

Otro funcionario militar de alto rango pidió la renuncia del Secretario de Defensa Donald Rumsfeld. En una entrevista con CNN, el general John Batiste, quien comandó la primer División de Infantería en Irak, dijo: “Creo que necesitamos un nuevo comienzo en el Pentágono”. Los comentarios de Batiste surgieron sólo días después de que el ex teniente general Gregory Newbold publicara un ensayo diciendo que Rumsfeld debía ser remplazado. En total, cuatro ex oficiales de alto rango de las Fuerzas Armadas pidieron la renuncia de Rumsfeld durante el mes pasado.

El gigante de telecomunicaciones AT&T le está pidiendo la devolución de ciertos documentos a un grupo que defiende las libertades civiles, ya que presuntamente muestran que la empresa le proporcionó registros detallados de millones de ciudadanos estadounidenses a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés). En Febrero, Electronic Frontier Foundation presentó una demanda alegando que AT&T ayudó a la NSA a espiar, sin órdenes judiciales, las conversaciones telefónicas y por Internet de los ciudadanos estadounidenses. Mark Klein, un ex técnico de AT&T, filtró documentos internos de la empresa que describen un cuarto secreto que tenía en la sede de San Francisco, que habría sido utilizado por la NSA para controlar los mensajes de correo electrónico, las llamadas telefónicas vía Internet, y otros tipos de comunicaciones por Internet. Klein concluyó que el equipo permitía llevar a cabo una “vigilancia aspiradora” del tráfico de Internet.

En otras noticias, la BBC informa que el número de víctimas que sufren problemas de salud con relación a los atentados del 11 de septiembre contra el World Trade Center, ha aumentado a por lo menos 15.000 personas. Se presentó una demanda contra el gobierno estadounidense, que alega que este dio garantías falsas a los residentes y trabajadores de Manhattan de que el aire era seguro en el período posterior a los atentados. En un falló trascendental, un forense de Nueva Jersey dijo esta semana que la muerte de un oficial de la policía estaba “relacionada directamente” con su trabajo en la Zona Cero tras los atentados del 11 de septiembre. El oficial, James Zadroga, murió en enero.

La Casa Blanca está bajo una intensa inspección, luego que el Washington Post reveló que el gobierno continuó afirmando que había descubierto laboratorios biológicos móviles en Irak, incluso después de que un equipo de investigadores del Pentágono había concluido que no se habían encontrado dichos laboratorios. El 27 de mayo de 2003, el Pentágono informó sobre sus hallazgos. Dos días después, Bush dijo: “Encontramos las armas de destrucción masiva. Encontramos laboratorios biológicos”. Días después, el Secretario de Estado Colin Powell, afirmó: “Ya descubrimos fábricas biológicas móviles… No tenemos ninguna duda que ese era su propósito. A nadie se le ocurrió otro propósito que tenga sentido”. El gobierno de Bush continuó con su afirmación errónea durante más de un año.

En Washington, el Secretario de Prensa Scott McClellan intentó voltear la controversia de los laboratorios móviles criticando a la prensa por cubrir una noticia basada en lo que fue descrito como una repetición, información vieja. McClellan calificó a la noticia como una “vergüenza para la prensa” y como una muestra de irresponsabilidad, porque el gobierno de Bush ya había admitido que la información sobre Irak en el período previo a la guerra era errónea. Pero McClellan no pudo contestar si el Presidente tenía conocimiento de las conclusiones del Pentágono, antes de afirmar públicamente que los tráileres demostraban que Irak tenía armas de destrucción masiva.

Mientras tanto, el ex Secretario de Estado, Colin Powell, ahora admite que ni él ni sus asesores creían que Irak representaba una amenaza nuclear inminente antes de la invasión estadounidense. En una entrevista con el periodista Robert Scheer, Powell dijo que las afirmaciones sobre el riesgo nuclear efectuadas por el Vicepresidente Dick Cheney y por la CIA convencieron al Presidente. Powell dijo: “La CIA ejercía mucha presión con el argumento de los tubos de aluminio, y Cheney apoyó esta postura en lugar de apoyar lo que escribió nuestra gente”. Cuando le preguntaron acerca de la afirmación errónea del Presidente Bush de que Saddam Hussein intentó comprarle material nuclear a Níger en su discurso del Estado de la Unión, Powell supuestamente respondió: “Nunca se debió mencionar eso en el discurso… Yo nunca lo creí”.

Italia afronta una crisis política luego de que el Primer Ministro Silvio Berlusconi exigió que se despoje de la victoria electoral a su rival, Romano Prodi. Prodi derrotó por pocos votos a Berlusconi, en una de las elecciones más reñidas en la historia de Italia. Prodi reivindicó su victoria pero Berlusconi se niega a aceptarla. Berlusconi calificó a los resultados electorales de fraudulentos, y está considerando promulgar un decreto para ordenar un recuento parcial de votos.

En otras noticias sobre Italia, el Ministro de Justicia del país anunció que no pedirá la extradición de 22 agentes de la CIA vinculados al secuestro del clérigo musulmán Abu Omar, quien fue capturado en las calles de Milán. Sin embargo, los agentes de la CIA podrían ser extraditados de todos modos, debido a que el principal fiscal que investiga el secuestro dijo que volverá a presentar el pedido de extradición, una vez que asuma el nuevo gobierno italiano.

En Perú, en medio de las elecciones nacionales que establecerán un nuevo gobierno, el gobierno saliente firmó un controvertido acuerdo comercial con Estados Unidos. En Lima, el jueves el candidato presidencial favorito Ollanta Humala criticó al Presidente peruano, Alejandro Toledo, por firmar el acuerdo. Humala dijo: “Consideramos que el señor Alejandro Toledo está haciendo uso de sus facultades legales, pero no legítimas. De manera autoritaria está pretendiendo afirmar —o ir a testimoniar— la firma de este tratado comercial. Nosotros no es que estemos en contra, nosotros estamos a favor de un tratado comercial con los Estados Unidos de Norteamérica y con diferentes países. Lo que consideramos es que está mal negociado este tratado comercial”. Humala no es el único candidato presidencial actual que se opone al acuerdo. El ex Presidente Alan García, que se encuentra en una reñida lucha para ver quién se enfrentará a Humala en la segunda vuelta, también se opuso al acuerdo.

En Chad, grupos rebeldes lanzaron su peor ataque dentro del país, que se extenderá hasta las afueras de N’Djamena, su capital. Hoy temprano se informaron combates atroces. El grupo rebelde conocido como Frente Unido para el Cambio, aseguró que ahora controla el 80 por ciento del país. Sin embargo, funcionarios del gobierno le restaron importancia a la gravedad de la situación. Estos ataques surgen sólo semanas antes de las elecciones presidenciales, que se llevarán a cabo el 3 de mayo.

El reverendo William Sloane Coffin Jr. murió a los 81 años de edad. Durante los últimos 50 años, fue un destacado activista en contra de la guerra, y fue defensor de los derechos civiles. Como capellán de la Universidad de Yale durante la década del 60, criticó la Guerra de Vietnam y defendió fuertemente el uso de la desobediencia civil como forma de protesta contra la misma. En uno de los juicios célebres de la década del 60, Coffin fue acusado —junto con el Dr. Benjamín Spock y otras personas— de conspirar para fomentar la evasión del alistamiento obligatorio. También fue un seguidor del Reverendo Dr. Martin Luther King Jr., y participó en algunas de las primeras Freedom Rides (viajes en autobús efectuados por grupos multirraciales de jóvenes, que buscaban poner a prueba la segregación racial). El valor, predicó por años, era la principal virtud, porque “hace posible todas las otras virtudes”. En la década del 70, se convirtió en el principal pastor de la iglesia de Riverside en Nueva York, y en la década del 80 jugó un papel clave en el movimiento antinuclear.