Las estimaciones de los fallecidos en los bombardeos estadounidenses del lunes, en la provincia afgana de Farah, alcanzan la cifra de 200. Las imágenes obtenidas en el lugar muestran a los aldeanos revisando los escombros del devastador ataque. Un anciano no identificado afirmó que había perdido a docenas de familiares.
El aldeano dijo: “Descubrimos los cadáveres de 52 personas. Podría haber más cadáveres sin descubrir. Estos mártires eran civiles que vivían en la zona. Todos estos 52 mártires son mis sobrinos, sobrinas y nietos”.
La Cruz Roja confirmó que murieron “docenas” de civiles, entre los que se encuentran muchas mujeres y niños. El ataque podría convertirse en el bombardeo estadounidense con mayor cantidad de muertos civiles en Afganistán desde la invasión en 2001. En reunión con el Presidente afgano Hamid Karzai en Washington, la secretaria de Estado Hillary Clinton expresó el pesar de Estados Unidos.
Hillary Clinton dijo: “Deseo expresar mi pesar y ciertamente las condolencias de nuestro gobierno por la pérdida de vidas civiles en Afganistán. Lo lamentamos profundamente. No conocemos todas las circunstancias o las causas. Y habrá una investigación conjunta de su gobierno y el nuestro. Pero toda pérdida de vidas, toda vida inocente perdida es especialmente dolorosa”.
El Ejército estadounidense sugiere que hay pruebas de que los fallecidos fueron en realidad víctimas de granadas lanzadas por los talibanes, pero todavía no ha exhibido prueba alguna de ello.