En Honduras, el régimen golpista volvió a implantar el toque de queda durante la noche en la capital, Tegucigalpa, luego de las concentraciones públicas más grandes realizadas en más de un mes en apoyo al Presidente derrocado Manuel Zelaya. El martes, una multitud estimada en más de 10.000 personas marchó en la capital reclamando el retorno de Zelaya. La primera dama de Honduras, Xiomara Castro, criticó al régimen de facto por aplazar la visita de una delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Xiomara Castro dijo: “Hemos visto cómo han de alguna manera enfrentado a los países cuando no aceptan que la OEA llegue a nuestro país para poder reunirse con los distintos sectores. Es un enfrentamiento que tienen con todo el mundo”.
La marcha terminó en enfrentamientos entre la policía y manifestantes. La policía lanzó gases lacrimógenos mientras los manifestantes bloqueaban las calles y, supuestamente, prendieron fuego un ómnibus y un restorán estadounidense de comida rápida. Miles de partidarios de Zelaya también marcharon en San Pedro Sula, la segunda ciudad de Honduras.
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