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Seguimos la cobertura del histórico regreso del presidente hondureño destituido, Manuel Zelaya, que el 28 de junio de 2009 fue secuestrado a punta de pistola y subido a un avión con rumbo a Costa Rica durante el golpe de estado orquestado en parte por dos generales formados en Estados Unidos. Muchos campesinos, docentes, periodistas y agricultores fueron asesinados desde entonces. Esta semana, 87 congresistas estadounidenses enviaron una carta a la secretaria de estado de EE.UU. Hillary Clinton, solicitando que suspenda el envío de ayuda al ejército y la policía de Honduras, hasta tanto se tomen medidas para que las fuerzas de seguridad respondan por los abusos contra los derechos humanos. “Las fuerzas de defensa y de seguridad deben seguir existiendo”, explica Zelaya en una entrevista concedida a Democracy Now! en su casa de Tegucigalpa. “Pero la violencia siempre será el peor método para corregir problemas políticos o sociales. La pobreza y la corrupción no pueden combatirse con más armas, sino con más democracia”.