El historiador Greg Grandin analiza el acuerdo de “libre comercio” entre Estados Unidos y Colombia y la profundización de la división entre gran parte de América Latina y Washington tras la Cumbre de las Américas en Colombia. La cumbre, que se vio empañada por un escándalo de prostitución que involucró a ciudadanos estadounidenses, concluyó el domingo sin un acuerdo en torno a cuestiones clave, como la asistencia de Cuba a las reuniones regionales y la legalización de las drogas. Los líderes latinoamericanos sostuvieron que Cuba debería ser invitada a la próxima Cumbre a realizarse en Panamá en 2015, pero Estados Unidos y Canadá no estuvieron de acuerdo. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, no asistió a la reunión de este año debido a la exclusión de Cuba. El domingo, Estados Unidos anunció que entrará en vigencia un acuerdo de libre comercio con el país anfitrión —Colombia— en mayo, mucho antes de lo esperado. El acuerdo había sido aplazado por los magros antecedentes de este país en derechos de los trabajadores, entre ellos asesinatos y ataques a sindicalistas.