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En agosto, Lavabit se transformó en la primera empresa de tecnología en cerrar sus puertas antes que entregar al gobierno información de sus clientes. El propietario de Lavabit, Ladar Levison, cerró su empresa de correo encriptado después de resistirse a cumplir con un intento del gobierno de intervenir las comunicaciones de sus clientes. Se acaba de confirmar que el FBI estaba tras el denunciante de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), Edward Snowden, que usaba los servicios de Lavabit. Pero Levinson afirma que en lugar de seguir solo a Snowden, el gobierno realmente quería tener acceso a las cuentas de otros 400.000 clientes de Lavabit. Levison ahora afirma que desde que habló en púbico, ha sido citado ante un gran jurado, multado por un monto de $10.000 por entregar las claves de la encriptación en formato papel en lugar de formato digital y amenazado con ser detenido si hablaba. El Departamento de Justicia de EE.UU. empezó a perseguir a Lavabit el día después de que Snowden se diera a conocer como la fuente de las filtraciones sobre la NSA. Levinson nos acompaña para analizar su caso junto a su abogado, Jesse Binnall. “Básicamente; lo que querían era poder escuchar toda la información que entraba y salía de mi red”, afirma Levison.
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