Aumenta la confrontación entre el gobierno interino de Egipto y el partido de los Hermanos Musulmanes que fue desplazado del poder. El principal fiscal egipcio ordenó la detención del líder de los Hermanos Musulmanes, Mohammed Badie, y otros funcionarios jerárquicos con cargos de incitación a la violencia: el ejército atacó a un grupo de partidarios del presidente derrocado Mohamed Morsi y dejó un saldo de al menos 51 muertos y cientos de heridos. Los cargos se producen un día después de que los Hermanos Musulmanes rechazaran participar en el gabinete interino de Egipto, que ahora incluye al ex ministro de economía Hazem el-Beblawi como primer ministro interino y al Premio Nobel de la Paz Mohamed ElBaradei como vicepresidente. Desde El Cairo se comunica con nosotros el corresponsal de Democracy Now!, Sharif Abdel Kouddous. “Muchos analistas sostienen que se están repitiendo muchos de los mismos errores de la primera transición impulsada por el ejército después del derrocamiento de Mubarak: fue diseñada por un comité anónimo sin ninguna participación de los principales grupos de la oposición que estaban pidiendo la salida de Morsi, entre ellos el Frente de Salvación Nacional y el grupo juvenil Tamarod, que hizo oír sus críticas por no haber sido consultado en el proceso”, sostiene Kouddous. “Es un documento básico que esboza lo estrictamente necesario, pero deja muy en claro que protege a las fuerzas armadas contra el control ciudadano”.