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Las iniciativas para votar en las elecciones del martes el etiquetado obligatorio de los alimentos con organismos genéticamente modificados, OGMs, fueron derrotadas en Colorado ni en Oregon, luego de que gigantes del agronegocio, como Monsanto, PepsiCo y Kraft, gastaran millones para hacer campaña en su contra. Pero en el condado de Maui, en Hawai, se aprobó una de las medidas más fuertes que existen contra los transgénicos. Es una victoria para quienes luchan por la seguridad alimentaria, que se logró a pesar de que el gasto de campaña contra la medida había sido 87 veces mayor que el gasto a favor. La moratoria de Maui para los OGM exige que se suspenda totalmente el cultivo de OGM hasta que haya estudios que demuestren de forma concluyente que éstos son seguros. Maui es a menudo llamada la “Zona Cero de los OGM”. Esto significa que la moratoria aprobada el martes podría tener implicaciones a nivel nacional, ya que las empresas multinacionales productoras de semillas, como Monsanto y Dow AgroSciences, utilizan dicho condado para investigar y desarrollar nuevas variedades. Bajo la nueva medida, los agricultores que intencionadamente utilicen semillas transgénicas podrían ser sancionados con una multa de 50.000 dólares por día. El miércoles, Monsanto emitió un comunicado anunciando que planea presentar una demanda en la corte de Maui para que la medida sea declarada “jurídicamente defectuosa” y no aplicable. Nos acompaña desde Maui el Dr. Lorrin Pang, un funcionario del área de salud pública que colaboró en la redacción y presentación de la exitosa iniciativa de moratoria para los OGM.
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