Relacionado
La Organización Mundial de la Salud advierte que el número de los nuevos casos de Ébola en África occidental está aumentando más rápidamente de lo que los trabajadores sanitarios pueden manejar. La organización afirma que miles de personas están en riesgo de contraer el virus en las próximas semanas y se necesitan más profesionales de la salud urgentemente, para ayudar a contener el brote. Hasta ahora, el Ébola ha causado la muerte de dos mil cuatrocientas personas y sigue causando estragos en Liberia, Sierra Leona y Guinea. Se trata del peor brote desde el descubrimiento del virus en 1976. Mientras tanto, Sierra Leona perdió a su cuarto médico víctima del Ébola, después de que los intentos de transferirla al extranjero para un tratamiento fallaron. La pérdida es una derrota importante para el empobrecido país que ya está sufriendo la falta de trabajadores de la salud. Desde el inicio del brote de Ébola, aproximadamente ciento cuarenta y cuatro trabajadores sanitarios murieron mientras desempeñaban sus tareas atendiendo a la población afectada. Hablamos con la periodista Laurie Garret ganadora del premio Pulitzer, miembro de la organización Global Health del Consejo para las Relaciones Exteriores.
Transcripción
NERMEEN SHAIKH: La Organización Mundial de la Salud advierte que el número de nuevos casos de Ébola en África Occidental está creciendo más rápidamente de lo que los trabajadores humanitarios pueden manejar. La organización dice que miles de personas están en riesgo de contraer el virus en las próximas semanas, y se necesitan con urgencia más profesionales médicos, para ayudar a contener el brote. Hasta el momento, el Ébola ha cobrado más de 2.400 vidas y continúa haciendo estragos en Liberia, Sierra Leona y Guinea. Es el peor brote desde que el virus fue descubierto en 1976. En una conferencia de prensa el viernes, la directora general de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan, dijo que la vasta naturaleza de la epidemia exige una respuesta masiva de emergencia.
DR. MARGARET CHAN: En los tres países más afectados —Guinea, Liberia y Sierra Leona— el número de nuevos casos está aumentando mucho más rápido que la capacidad para manejarlos en los centros para tratamiento del Ébola.
AMY GOODMAN: Mientras tanto, Sierra Leona ha perdido a un cuarto médico a causa del Ébola, después de que los esfuerzos para transferirla al extranjero para que recibiera tratamiento fracasaran. Según se informó, la Dra. Olivet Buck murió la noche del sábado, horas después de que la Organización Mundial de la Salud dijera que no podía facilitar su evacuación médica a Alemania. La pérdida es un gran revés para el empobrecido país, que ya sufre por la escasez de trabajadores de la salud. Desde que el brote de Ébola comenzó, aproximadamente 144 profesionales de la salud han muerto.
Para conocer más sobre el tema, nos acompaña Laurie Garrett, investigadora principal para la salud mundial en el Consejo de Relaciones Exteriores, quien ganó el Premio Pulitzer en 1996 por la cobertura de un brote de Ébola en lo que entonces era Zaire, ahora la República Democrática del Congo, autora de dos éxitos de ventas: “La próxima plaga: Nuevas enfermedades emergentes en un mundo desequilibrado” y “La traición de la confianza: El colapso de la salud pública mundial”.
Laurie Garrett, bienvenida a Democracy Now!
LAURIE GARRETT: Gracias.
AMY GOODMAN: Usted estuvo con nosotros hace una semana, pero háblenos de los números en este momento y de lo que cree que es necesario hacer.
LAURIE GARRETT: Bueno, los números son algo realmente desconocidos. Quiero decir, este es el mayor problema que tenemos, ya que los hospitales están completamente sobrecargados, la gente está, literalmente, muriéndose en las aceras y en los caminos de tierra afuera de los hospitales, sin poder ser admitidos. Sabemos que la mayoría de la gente mantiene a sus familiares en sus hogares, sin sacarlos. Y, por lo tanto, todos los números que se escuchan son una subestimación, y representan sólo casos confirmados en laboratorio. Entonces, la mayoría de las personas sobre el terreno dicen que esos números están un tercio por debajo de la cifra real, lo que querría decir que tenemos ya algo así como de 12.000 a 15.000 casos acumulados en el área.
La otra cosa a tener en cuenta es que mientras nos enfocamos en tres países que están realmente desvastados —Liberia, Sierra Leona y Guinea— también tenemos casos en Senegal, en Nigeria, y, además, una cepa completamente separada y diferente del virus está desatándose en la línea del ecuador, en la República Democrática del Congo. Y esa epidemia está resultando más difícil de controlar de lo que la gente había pensado inicialmente. Por lo tanto, creo que estamos en un punto de inflexión, donde— yo diría que todos con los que yo he hablado en el área y todos los líderes en el tema estaría de acuerdo conmigo, estamos en un punto de inflexión. O encontramos una manera de movilizarnos a una escala sin precedentes en los tiempos modernos en respuesta a la epidemia, o vamos a estar alcanzando algo así como un cuarto de millón de casos antes que llegue la Navidad.
AMY GOODMAN: ¿Cómo sería esa movilización?
LAURIE GARRETT: Bueno, mucho más de lo que estamos haciendo. En primer lugar, vamos a retroceder. Ya sabe, supuestamente, la milicia de Estados Unidos está construyendo un hospital de 25 camas en Monrovia, para el cuidado de los trabajadores de la salud infectados. Supuestamente, el gobierno británico está construyendo un hospital de 68 camas en Freetown, Sierra Leona, para el cuidado de los trabajadores de la salud y los infectados graves. Supuestamente, Francia enviará a 40 personas— ni siquiera estamos seguros del conjunto de habilidades que tienen. Pero todo esto, lo digo “supuestamente”, porque un compromiso en papel no significa una acción rápida. Yo estuve en el Departamento de Defensa la semana pasada, y resulta que, para movilizar una instalación hospitalaria de 25 camas— además, sin personal; ellos no proveerán el personal, pero van a estar allí, estarán las camas— eso toma 50 días— cinco, cero. Así que estaremos bien entrados en octubre, antes de que esa instalación esté siquiera allí. Y tan pronto como se están montando las camas de hospital, así sea sólo un catre en una carpa, o lo que fuera, están saturadas, y están rechazando a las personas y mandándolas a la calle. Así que la respuesta se encuentra muy por detrás de la propagación del virus, muy por detrás de la escala de necesidad, por lo que es casi imposible cuantificar la forma en que realmente necesitamos responder.
NERMEEN SHAIKH: Uno de sus reportajes recientes, de hecho, se titula: “Podríamos haber frenado esto”. ¿Podría explicar lo que dice en ese artículo?
LAURIE GARRETT: Hace un tiempo, si hubiéramos tenido una respuesta a la escalada que estabamos teniendo en marzo, abril, mayo, junio, mientras crecía, y se difundía e infectaba, pero en gran parte permanecía como una epidemia rural en Sierra Leona, Guinea y Liberia, MSF, la Organización de Médicos Sin Fronteras, y otros servicios de emergencia no gubernamentales tenían la capacidad para manejar la carga de trabajo. Lo que no estaba sucediendo era que los gobiernos locales estuvieran contactando, es decir, identificando— usted tiene una persona aquí en la cama del hospital. Encontremos a todos los miembros de su familia y hagámosles los exámenes. Veamos donde estaban durante los días anteriores, quién podría haber estado expuesto, y pongamos a estas personas en cuarentena y para observarlas, analizarlas y asegurarnos de que no propaguen la enfermedad. Nadie estaba haciendo eso.
NERMEEN SHAIKH: ¿Y eso no sucedió debido a que en estos lugares no tenían la capacidad? O usted está sugiriendo—
LAURIE GARRETT: Ellos no tenían la capacidad, y la respuesta internacional fue nula. La OMS estaba como: “Zzzz, perdón, espere. ¿Alguien dijo que hay una epidemia? ¡Oh! Porque estamos muy ocupados aquí hablando de cómo normalizar la atención de las enfermedades del corazón”.
AMY GOODMAN: ¿No es esta una crisis de salud pública, tanto en Estados Unidos, principalmente, como a nivel de la Asamblea Mundial de la Salud, la Organización Mundial de la Salud?
LAURIE GARRETT: Este es un grito de advertencia— no podíamos pedir uno más fuerte— que dice que la globalización no está funcionando, no tenemos ningún sistema de gobierno global, y no tenemos nada llamado “salud global”, que tenga una voz cuando se trata de conseguir que las cosas realmente se hagan. Y esto ya lo sabíamos, ya que en 2009 tuvimos el susto de la gripe porcina H1N1. Y eso se globalizó en cuestión de semanas. Todos los países del mundo se vieron afectados. Y lo que vimos fue una ruptura total de la solidaridad global en torno a ello, debido a que las escasas provisiones que estaban disponibles y la vacuna que tomó más de seis meses para estar disponible, sólo se enviaron a los países ricos, y los países pobres, los países de ingresos medios, quedaron a un lado: “Eh, ¿y nosotros?”. Y eso fue una clara indicación de que esto es lo que haremos en caso de epidemia: Nosotros cuidaremos de los ricos, y para el resto de ustedes, tal vez haya una aspirina. Bueno, estás personas en Liberia ni siquiera están recibiendo la aspirina.
AMY GOODMAN: Cuba anunció que va a enviar a 165 trabajadores de la salud para ayudar a abordar el brote de Ébola en África Occidental. Un equipo de médicos, enfermeras, especialistas en infecciones, que estarán en Sierra Leona durante seis meses. El ministro de salud pública de Cuba, Roberto Morales Ojeda, hizo el anuncio en una conferencia de prensa de la Organización Mundial de la Salud, el viernes, en Ginebra.
DR. ROBERTO MORALES OJEDA: Vamos a cooperar con una brigada de 165 colaboradores, constituida por 62 médicos y 103 enfermeras, los que poseen como promedio más de 15 años de experiencia laboral, todos han participado anteriormente en situaciones de desastres naturales y epidemiológicos, así como en misiones de colaboración, y el 23 por ciento tiene más de una misión internacionalista con anterioridad.
AMY GOODMAN: Mientras tanto, la Fundación Bill y Melinda Gates ha donado 50 millones de dólares en ayuda. El Financial Times escribe, y cito: “Raúl Castro y Bill Gates pueden no ser los aliados más naturales, pero la pareja ha emergido… al frente de los esfuerzos internacionales para combatir el brote de Ébola que asola el oeste de África”. ¿Está Cuba avergonzando a EE.UU., Laurie?
LAURIE GARRETT: Bueno, yo no sé nada sobre “avergonzar”, pero lo importante es que Cuba ha estado entrenado trabajadores de atención primaria. Y tienen una larga tradición de llegar en lugares que tienen necesidad y estar disponible para responder. Y bueno, van a ser, obviamente, muy bien recibidos sobre el terreno en Sierra Leona. Ahora, el problema es, ¿dónde van a trabajar? Quiero decir, no hay suficientes camas de hospital. No hay suficientes instalaciones. ¿Exactamente cómo van a hacer para atender a los pacientes?
Y lo único que me gustaría hacer es lanzar una advertencia, y es que los cubanos no tienen experiencia trabajando con trajes de PPE, bajo cuidados de protección máxima. Y esto es muy duro. Este es el motivo por el que las personas se infectan. La temperatura es superior a los 120 grados centígrados dentro de esos trajes. Después de alrededor de una hora en ese tipo de calor, junto con la tensión emocional de tratar con esta enfermedad, la gente empieza a descuidarse. Se cansan. No te das cuenta de que la jeringa está tocando tus dedos y tu traje de protección. Y así es como se producen los accidentes. En un descuido. Es el cansancio. Y se necesita un tipo de habilidades especiales para ser capaz de ajustarse a trabajar bajo estas condiciones. Es importante decir que MSF ha sido quien principalmente ha respondido, desde el primer día. Ellos son la principal respuesta.
AMY GOODMAN: Médicos Sin Fronteras.
LAURIE GARRETT: Médicos sin— y no han tenido a ninguna de sus personas infectadas. Así que saben lo que están haciendo. Y todo el mundo, los cubanos incluido, debe pasar por gran entrenamiento con MSF antes de que se pongan en contacto con pacientes.
AMY GOODMAN: Este es un problema de salud pública y la crisis de la salud pública también lleva al desarrollo de vacunas, porque, ¿acaso van las empresas a gastar dinero en, por ejemplo las vacunas del Ébola, cuando piensan que no harán dinero? Hable acerca de la crisis de los medicamentos necesarios para tratar con el Ébola.
LAURIE GARRETT: Bueno, en realidad, el Ébola encabezaba la lista, en el top 10, para el Proyecto BioShield. Así que aquí estamos, tan sólo unos días después del aniversario del 11/S, y, por supuesto, una de las cosas que sucedieron justo después del 11/S fueron las cartas con ántrax, que dieron lugar a que los miembros del Congreso se vieran expuestos y dijeran: “Muy bien, queremos la cura para estas cosas, queremos vacunas, queremos más ciencia”. Miles y miles de millones de dólares han entrado en el Proyecto BioShield I, y al Proyecto BioShield II. Las vacunas del Ébola se encuentran entre las cosas de la lista. Había dinero, mucho dinero. Y el NIH acortaron de forma considerable la distancia que falta hasta alcanzar una posible vacuna. GSK, GlaxoSmithKline, están en la senda, y así sucesivamente. El problema es, ¿dónde está el mercado para algo que no puede ser capaz de sobrevivir en refrigeración por mucho tiempo? Tienes que esperar a que una epidemia se produzca antes de fabricar en masa, porque no pueden quedarse en los estantes. Y tratar de llegar con incentivos propios del mercado a algo como esto está resultando difícil de alcanzar.
NERMEEN SHAIKH: Bueno, en un reciente artículo de The New York Times, el director del Centro de Investigación Enfermedades Infecciosas y Políticas de la Universidad de Minnesota, el Dr. Michael T. Osterholm, advirtió de la posibilidad de que el virus Ébola podría algún día mutar en una cepa que se contagie por el aire. ¿Está de acuerdo con eso? Y si es así. ¿Cuáles serían las implicaciones de eso?
LAURIE GARRETT: Bueno, yo conozco muy bien a Mike, y me sorprendí un poco por ese artículo de opinión. Existe documentación de más de 300 mutaciones que de hecho se han producido en la cepa circulante actualmente. No es habitual que el Ébola circule a través de tantos seres humanos en un incidente tan gigante— este es el mayor incidente que ha ocurrido. Y como resultado, cada vez que un virus pasa a través de diferentes especies— esto es normalmente un virus que se transmite a través de la saliva, y cuando entra en contacto con los seres humanos, muta, y comienza a recoger material genético, y es un virus muy descuidado, que al igual que muchos virus ARN, como la gripe, comete un montón de errores cuando se reproduce. Así que tiene una tasa de mutación enorme. Sin embargo, ninguna de las mutaciones hasta ahora han cambiado funcionalmente al virus en absoluto. De hecho, la mayoría de las mutaciones han dado lugar a algo que acaba por morir, porque no mejoró la funcionalidad.
¿Podría convertirse el virus en uno que se contagie por el aire? Es muy, muy poco probable. Pero podría ser transmitida por gotitas. Y este es el verdadero problema. Los virus que se contagian por el aire, como la gripe por ejemplo, no pueden existir sin humedad. Si lo pones sobre la mesa y lo dejas reposar allí, y pones un secador de pelo en dirección a él y lo desecas, el virus se desmorona, porque necesita agua, tiene que estar en la presencia de algún tipo de líquido. Ahora, en el caso de la gripe, es capaz de mantenerse— al tener suficiente líquido de los estornudos o de la tos, lo que se escupe, tose y así sucesivamente es como se transmite la gripe. El Ébola, en cambio, se infecta a través de la sangre. Y la gente no escupe sangre, a menos que estén realmente enfermos, así que la transmisión en estos momentos es a traves del contacto. Si toca la hemorragia o el sudor, de un individuo que está infectado, y luego se frota la nariz, los ojos, o come algo con las manos sin lavar, esa es la única manera de transmisión. ¿Podría el virus mutar en una manera que se podría terminar transmitiendo por el aire? Bueno, podría, pero tendría que luego acabar en un ciclo respiratorio similar a lo que vemos con la gripe. Y eso sería enorme, porque las principales células a la que afecta este virus son lo que se llama las células endoteliales, que son las células que revisten los vasos sanguíneos, los capilares, las arterias y así sucesivamente. Y la forma en que te mata es realizando pequeños agujeros en los vasos sanguíneos y permitiendo que la sangre se filtre y cause una hemorragia en el resto de cuerpo.
AMY GOODMAN: ¿Puede usted imaginar qué pasaría si el mundo se enfrentase al Ébola como se enfrenta al grupo militante ISIS? En este momento hay una cumbre global internacional en Francia, y todos los días los titulares están en las primeras páginas del periódico. Cuando se habla sobre el número de personas muertas, estamos hablando de miles, por lo menos, parece que el número es de alrededor de 5.000 en este momento, muchos más infectados. ¿Qué pasa con eso, Laurie Garrett?
LAURIE GARRETT: Bueno, es interesante, porque he pasado mucho tiempo hablando con nuestros militares sobre la respuesta ante Ébola. Y, por supuesto, se preguntan: “Bueno, ¿qué quiere el Presidente que hagamos con ISIS? Nosotros también estamos haciendo esto, aquello y lo otro”. Y muchas personas señalan: “Bueno, hay más de 4.000 médicos trabajando para las fuerzas armadas de Estados Unidos. ¿Por qué no podemos mandar a algunas de esas personas a Liberia, Sierra Leona y demás? ” Y la respuesta por parte de la cúpula militar es: “Sí, y la mayoría de ellos trabajan con los veteranos, y no vamos a poner a nuestros veteranos en mayor riesgo que lo que ya están. Así que no vamos a agotar los servicios destinados a nuestros veteranos”. Si miras país por país—
AMY GOODMAN: Cinco segundos.
LAURIE GARRETT: —y observas las potenciales respuestas, ves situaciones de crisis similares. Estamos sobrepasados, amigos.
AMY GOODMAN: Laurie Garrett, muchas gracias por estar con nosotros. Garrett es parte del Consejo de Relaciones Exteriores y periodista ganadora del Premio Pulitzer.
Traducido por Glenda Rosado y Constanza Sanchéz Chaippi. Editado por Igor Moreno y Democracy Now! en Español.