Las conversaciones de paz entre los grupos enfrentados de Sudán del Sur no pudieron llegar a un acuerdo que ponga fin a la guerra civil que ya se cobró decenas de miles de vidas en el país más joven del mundo. La semana pasada, Estados Unidos propuso la implementación de un bloqueo de la ONU a la venta de armas y nuevas sanciones en Sudán del Sur, a menos que el gobierno de dicho país firme un acuerdo de paz que ponga fin al conflicto. Ahora la situación en Sudán del Sur es objeto de un nuevo documental, “We come as friends” (Venimos como amigos), del director austríaco Hubert Sauper. La película proporciona una mirada de Sudán desde un avión de dos asientos hecho a mano, en la que se ve a los inversores estadounidenses, los petroleros chinos, los funcionarios de la ONU y los misionarios cristianos luchar para dar forma a Sudán según sus propias miradas y, al mismo tiempo, aplaudir la supuesta “independencia” del estado más nuevo del mundo. Lo que surge es una crítica devastadora de las consecuencias del imperialismo cultural y económico. Hablamos con Hauper y mostramos fragmentos de la película, que se estrena esta semana en los cines de Estados Unidos.