En la ciudad de Nueva York, alrededor de 100 personas se manifestaron frente al 15° simposio anual sobre oleoductos, para exigir a Wells Fargo y otros bancos que dejen de invertir en el oleoducto Dakota Acces, valuado en 3.800 millones de dólares.
Rachel Macro-Havens, de la organización Earth Guardians, declaró: “Estamos aquí hoy frente al hotel Waldorf Astoria, que desde sus inicios ha albergado al 1%. Allí dentro, hay inversores de oleoductos; acabo de encontrarme con uno. Me encontré con tres y todos dicen que no les interesa lo que le suceda a la gente que está al margen de las industrias extractivas. Estamos aquí porque el agua es vida. Estamos aquí porque debemos solidarizarnos con “la isla de la Tortuga” [nombre que los nativos dieron a América del Norte] para cuidarnos y detener la infraestructura de los combustibles fósiles y reconocer que podemos realizar la transición hacia la energía renovable. Debemos dejar de financiar a estas empresas”.
El domingo, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos negó un permiso de perforación en el río Missouri a la empresa Energy Transfer Partners, que se encarga del oleoducto, por lo que la construcción está detenida momentáneamente. Durante la manifestación en Nueva York, la manifestante Rocío Velandia habló a propósito de esta noticia.
Rocío Velandia: “Habían anunciado que detendrían [la construcción del oleoducto], pero pensamos que era simplemente una táctica de guerra para dispersarnos y confundirnos. Pero somos los pueblos indígenas de la Madre Tierra y estamos acostumbrados a las injusticias en contra de nuestro pueblo. Sabemos cómo sobrevivir. Hemos estado aquí durante miles de años y aquí nos quedaremos. Y lo que les sucede a los pueblos indígenas les sucede a todas las personas de la Tierra. Debemos entender que cuando ya no quede agua, ninguno de nosotros sobrevivirá”.