Un hombre canadiense tomado como rehén por combatientes en Filipinas ha sido decapitado. John Ridsdel fue capturado hace seis meses por la agrupación Abu Sayyaf, que lo ejecutó tras cumplirse la fecha límite establecida para el pago de su rescate. El primer ministro canadiense Justin Trudeau condenó la ejecución.
Trudeau sostuvo: “Se trata de un asesinato a sangre fría y la responsabilidad recae directamente en la agrupación terrorista que lo tomó como rehén. El gobierno de Canadá se comprometió a trabajar con el gobierno de Filipinas para perseguir a los responsables de este acto inhumano y llevarlos ante la justicia”.