Un juez federal autorizó el desarrollo de una demanda histórica contra dos psicólogos que diseñaron e implementaron el programa de tortura de la CIA. Los psicólogos James Mitchell y Bruce Jessen recogieron más de 80 millones de dólares por el diseño de técnicas de tortura que la agencia usó. El caso fue presentado por Suleiman Abdullah Salim y Mohamed Ben Soud, dos sobrevivientes del programa, junto a la familia de Gul Rahman que murió congelado en un centro clandestino de la CIA en Afganistán. Los tres hombres fueron sometidos a técnicas de tortura que Mitchell y Jessen crearon y ayudaron a implementar, como golpear a los prisioneros, mantenerlos en cajones del tamaño de un ataúd o colgarlos de barras metálicas. Hablamos con Dror Ladin, abogado de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles que inició un juicio a favor de las víctimas de la tortura. También conversamos con el exagente de inteligencia coronel Steven Kleinman que conoció a los psicólogos Mitchell y Jessen cuando trabajó en la escuela Supervivencia, Evasión, Resistencia y Escape (SERE) en Spokane. SERE es un programa secreto que les enseña a los soldados a soportar el cautiverio en manos enemigas. Mitchell y Jessen invertían las tácticas de SERE y capacitaban al personal para que las usaran con los prisioneros en las cárceles secretas de la CIA.