En Zimbabwe, el legendario líder Robert Mugabe se rehúsa a renunciar a la presidencia en medio de una creciente crisis política. La semana pasada Mugabe fue puesto bajo arresto domiciliario, luego que las fuerzas militares de ese país tomaran el parlamento, los tribunales, las oficinas de gobierno y el aeropuerto principal ubicado en Harare, capital del país. El aparente golpe de Estado se produjo una semana después de que el presidente Mugabe destituyera a su vicepresidente Emmerson Mnangagwa, quien desde entonces fue designado presidente interino por las fuerzas militares. Miembros del partido gobernante de Zimbabwe se preparan para reunirse a debatir el juicio político a Mugabe, luego que el plazo de su renuncia venciera esta mañana. El domingo, Mugabe dio un discurso por televisión en el que reconoció los problemas del país, pero no dijo que renunciaría. El partido gobernante, Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico, expulsó a Mugabe y a la primera dama, Grace Mugabe. El próximo martes podría comenzar el proceso judicial para el juicio político contra Mugabe.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que le hicimos (en inglés) a Glen Mpani. Mpani es uno de los miembros del programa Mason de la Escuela de Gobierno Kennedy de la Universidad Harvard. Mpani es especialista en democracia y gobierno y ha trabajado los últimos quince años en África. Su reciente artículo publicado en el periódico New York Times se titula “For Zimbabwe, a Coup Isn’t the Answer” (Para Zimbabwe un golpe de Estado no es la respuesta).