En Texas, está prevista la ejecución del ciudadano mexicano Rubén Cárdenas Ramírez mediante inyección letal esta tarde, en medio del rechazo de diplomáticos mexicanos que se refirieron a esta ejecución como “ilegal”. Ramírez fue condenado a muerte por el asesinato de su primo de 15 años en 1997. Pero los funcionarios mexicanos hacen referencia a declaraciones contradictorias de los testigos durante el juicio de Ramírez y pruebas forenses poco confiables. Estas son las palabras de Carlos Sada, subsecretario de Relaciones Exteriores.
Carlos Sada afirmó: “Desde nuestro punto de vista, por supuesto, los procedimientos no han sido agotados. El hecho de que se violó el debido proceso, por un lado y por el otro, que se haya violado la Convención de Viena y no tener la posibilidad de una entrevista con un funcionario consular, por supuesto, constituye una violación. Y es por esto que la Corte Internacional de Justicia en La Haya lo aprobó de esa forma y recomienda que se reabra el proceso”.