Miles de manifestantes tomaron las calles de Hungría el lunes, en el quinto día consecutivo de protestas contra el autoritario primer ministro de extrema derecha Viktor Orban. Las manifestaciones se originaron cuando el Gobierno de Orban creó un nuevo sistema judicial que es controlado por su partido. Los manifestantes también están furiosos por las nuevas normativas que permiten a los empleadores exigir a sus trabajadores hasta 400 horas extras, y que les brindan un plazo de hasta tres años para pagar el salario correspondiente. Los críticos calificaron las normativas de “leyes esclavistas”. Las siguientes son las palabras de Andy, una estudiante de 26 años de Budapest.
Andy expresó: “Creo que no solo el malestar, la furia y la frustración van en aumento, sino también las voces de aquellos que buscan un cambio. Creo que este es un proceso en el que intentamos pensar en nuevas ideas”.
Las protestas del lunes se dirigieron a estaciones de radio y televisión estatales por su apoyo unilateral al primer ministro Orban. Los guardias expulsaron a dos legisladores independientes del edificio de la estación de televisión estatal húngara, luego de que estos exigieron que el presentador de la emisora leyera una petición de los manifestantes.