La Organización de las Naciones Unidas está advirtiendo acerca de una inminente catástrofe humanitaria en la provincia siria de Idlib, uno de los últimos territorios controlados por los rebeldes en Siria, donde también viven al menos un millón de civiles que han sido desplazados de otras partes del país. El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados Filippo Grandi realizó declaraciones al respecto.
Filippo Grandi: “Sigue siendo muy difícil salir de Siria, por lo que las personas son desplazadas internamente, de modo que son refugiados dentro de su propio país e incluso esas opciones se están volviendo cada vez menos viables. Fuimos testigos de ello en la peor etapa del ataque contra Guta. De modo que el país se está convirtiendo en una trampa, en algunos lugares se está convirtiendo en una trampa mortal para los civiles”.