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El jueves 15 de agosto Israel desató indignación cuando les prohibió ingresar al país a dos nuevas legisladoras de color de EE.UU., Rashida Tlaib de Michigan e Ilhan Omar de Minnesota. Tras las protestas de los líderes demócratas y palestinos, Israel autorizó a Tlaib el ingreso al país por razones “humanitarias” para visitar a su familia en Cisjordania, a condición de que no promueva el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones durante su visita. Sin embargo, Tlaib dijo que no visitará a su familia en esas condiciones. En un principio, Israel les negó el ingreso a Tlaib y Omar luego que el presidente Donald Trump publicara en su cuenta de Twitter: “Sería una gran demostración de debilidad si Israel autoriza la visita de las representantes Omar y Tlaib. Ellas odian a Israel y a todos los judíos”. Las legisladoras Tlaib y Omar son las dos primeras mujeres musulmanas elegidas para formar parte del Congreso de EE.UU. Tenían planeando un recorrido de Jerusalén este y los territorios ocupados de Cisjordania. Ambas legisladoras han hecho público su apoyo al movimiento de Boicot, Desinversiones y Sanciones, o BDS, una campaña mundial de solidaridad con el pueblo palestino. El movimiento pacífico trata de usar la presión económica y cultural para obligar a Israel a poner fin a la ocupación de los territorios palestinos. Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que les hicimos (en inglés) a Mustafa Barghouti y Rebecca Vilkomerson. Barghouti es miembro del Concejo Legislativo Palestino y secretario general del partido político Iniciativa Nacional Palestina. Vilkomerson es directora ejecutiva de la organización Jewish Voice for Peace.
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