En medio de la creciente indignación internacional por los masivos incendios forestales que asolan la Amazonia, los militares brasileños han comenzado a luchar contra las llamas, con aviones militares que lanzan miles de galones de agua sobre la selva tropical. Jair Bolsonaro, presidente de extrema derecha de Brasil, ordenó el domingo operaciones militares en siete estados para combatir los incendios, enfrentando las críticas de los líderes mundiales de que su Gobierno no estaba haciendo lo suficiente para combatir los incendios, que están destruyendo rápidamente la selva tropical más grande del mundo y allanando el camino para una catástrofe climática.
Los incendios también están devastando grandes extensiones de tierra en Bolivia, donde el presidente, Evo Morales, dijo el domingo que aceptará la ayuda internacional para combatir las llamas que han duplicado su tamaño desde el jueves.
La Amazonia produce el 20% del oxígeno de la atmósfera de la Tierra y se la conoce como el “pulmón del mundo”. Manifestantes de todo Brasil y el mundo salieron a las calles el fin de semana para protestar contra Bolsonaro, quien ha trabajado para desregular y abrir la Amazonia a la agroindustria, la tala y la minería desde que asumió su cargo en enero. Miles de personas se manifestaron en São Paulo.
La manifestante Bruna Brasil dijo: “La Amazonia es un patrimonio para la salud del mundo. Es inaceptable lo que está ocurriendo en nuestro país hoy. Y hoy la gente salió a la calle para sacar a un Gobierno de un lugar en el que no debería estar, destruyendo nuestro país, destruyendo nuestras riquezas, matando a los pueblos originarios de esta tierra”.