En Estados Unidos, enero ya es el mes más mortífero desde el inicio de la pandemia, ya que se han perdido al menos 80.000 vidas por el coronavirus. El martes, el presidente Biden tomó nuevas medidas para impulsar la distribución de las vacunas contra la COVID-19 en el país, incluida la compra de 200 millones de dosis más; la mitad de ellas de Moderna y la otra mitad de Pfizer-BioNTech. También se incrementarán los suministros semanales de vacunas destinadas a los estados y las tribus del país. Funcionarios del Gobierno de Biden retractaron la declaración que hizo el presidente a principios de esta semana de que todos los estadounidenses que quieran vacunarse podrán hacerlo antes de que termine junio. En su lugar, se determinó que es más probable que puedan recibir la inyección antes de que termine el mes de septiembre. Estas fueron las palabras expresadas por Biden en su discurso del martes.
Presidente Joe Biden: “La cruda verdad es que nos llevará meses poder vacunar a la mayoría de los estadounidenses. Meses. En los próximos meses, las mascarillas serán nuestra mejor defensa contra la COVID-19, no las vacunas”.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades anunciaron que los centros educativos podrán reanudar las clases presenciales de manera segura si se toman las precauciones necesarias, como el uso de mascarilla y el distanciamiento social. Además, el organismo declaró que las autoridades locales deben imponer restricciones más estrictas en otros aspectos de la comunidad, como la posibilidad de reunirse a comer en espacios cerrados, para mantener baja la tasa general de contagios.
En noticias internacionales, el Reino Unido ha superado las 100.000 muertes por coronavirus, lo que representa la quinta cifra de muertes más alta del mundo. El primer ministro Boris Johnson se dirigió a la nación en un discurso para acentuar el trágico hito.
Primer ministro Boris Johnson: “Lamento profundamente cada vida perdida. Y, por supuesto, como primer ministro, asumo toda la responsabilidad de todas las decisiones que ha tomado el Gobierno”.
Varios países europeos, incluida Alemania, están haciendo obligatorio el uso de mascarillas de grado médico en algunos espacios públicos interiores. Francia también recomienda usar mascarillas quirúrgicas en lugar de las de tela.
En Países Bajos, disturbios nocturnos sacudieron pueblos y ciudades de todo el país luego de que el sábado se impusiera un toque de queda para frenar una nueva ola de contagios por el coronavirus. El lunes por la noche, la policía arrestó a casi 200 personas, y las autoridades locales le concedieron una mayor autoridad a la policía para que pudiera hacer frente a los disturbios.
Funcionarios canadienses multaron a un magnate de los casinos y a su esposa después de que estos volaran a una comunidad remota en el territorio de los pueblos Yukon para poder vacunarse antes de que fuera su turno. Rodney y Ekaterina Baker recibieron vacunas contra el coronavirus que estaban destinadas a los residentes indígenas del pueblo de Beaver Creek, incluidos los ancianos de la Primera Nación de White River, después de que la pareja afirmara que eran empleados de un motel local.
En la ciudad de Washington D. C., el martes, todos los republicanos del Senado menos cinco respaldaron un intento para desestimar el juicio político contra Donald Trump en una votación a favor de una objeción planteada por el senador del estado de Kentucky Rand Paul. El senador Paul argumentó que el juicio es inconstitucional debido a que el objetivo de un juicio político es destituir a alguien de su cargo. El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, también respaldó la objeción de Rand Paul a pesar de haber acusado a Trump en el pleno de la cámara legislativa de provocar la insurrección. Aunque el juicio seguirá adelante, la votación del martes podría indicar que el juicio terminará con la absolución de Trump.
Mientras tanto, el presidente pro tempore del Senado, Patrick Leahy, fue hospitalizado brevemente el martes debido a que no se sintió bien horas después de prestar juramento para presidir el juicio político contra Trump.
El presidente Biden firmó el martes cuatro órdenes ejecutivas destinadas a abordar las desigualdades raciales. Una orden exige que el Departamento de Justicia ponga fin al uso de prisiones privadas. Como senador, Biden fue el autor del proyecto de ley contra el crimen promulgado en 1994, que intensificó el encarcelamiento masivo y afectó de manera desproporcionada a las comunidades de color. Sin embargo, durante su campaña electoral y tras enfrentar mucha presión y escrutinio público, Biden admitió arrepentirse de haber apoyado esas políticas. Activistas en defensa de los derechos de los inmigrantes están pidiendo a Biden que también acabe con el uso de cárceles privadas de inmigración.
Asimismo, otra de las órdenes ejecutivas exige al Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano que “rectifique las políticas federales de vivienda que son racialmente discriminatorias”. Otras dos órdenes de Biden se comprometen a respetar y reforzar la soberanía tribal y a combatir la xenofobia contra los asiáticoestadounidenses.
El presidente Biden también está priorizando la justicia racial como parte de su plan para combatir la crisis del cambio climático. Este miércoles, el presidente estadounidense anunciará medidas importantes, como una moratoria sobre las nuevas licitaciones de petróleo y gas en tierras de propiedad pública, medidas para reducir las emisiones de carbono y la dependencia del país a los combustibles fósiles, y la inversión de fondos federales en las comunidades de color y otros grupos más vulnerables a la contaminación y al impacto del cambio climático.
Para más información sobre el plan climático de Biden, vea nuestra entrevista con Varshini Prakash, la directora ejecutiva de Sunrise Movement.
En noticias de inmigración, un juez federal en el estado de Texas ha bloqueado temporalmente la moratoria de 100 días impulsada por el Gobierno de Biden a la mayoría de las deportaciones. El juez Drew Tipton dictaminó suspender la política durante al menos dos semanas mientras se revisa una impugnación del fiscal general republicano de Texas, Ken Paxton. La demanda de Paxton argumenta que la moratoria viola la ley de inmigración y un acuerdo legal entre Texas y el Gobierno de Donald Trump. El juez Tipton fue designado por Trump en 2020.
Hasta el momento, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha acusado a más de 150 personas y ha identificado a otras 400 como sospechosas en la insurrección del 6 de enero en el Capitolio. Al menos 19 de los presuntos alborotadores han sido vinculados a agrupaciones de extrema derecha, incluidas Proud Boys, Oath Keepers, Three Percenters, Texas Freedom Force y el grupo de teorías conspirativas QAnon.
El martes, altos funcionarios de seguridad del Capitolio de Estados Unidos comparecieron ante el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes, encargado de la investigación, y emitieron una disculpa por las “fallas” cometidas antes y durante el ataque mortal incitado por Trump al Congreso. La jefa de policía del Capitolio en funciones, Yogananda Pittman, dijo lo siguiente: “Antes del 4 de enero, el departamento sabía que el evento del 6 de enero sería diferente a todas las manifestaciones realizadas en 2020. Sabíamos que asistirían grupos paramilitares y organizaciones defensoras de la supremacía blanca. También sabíamos que algunos de estos participantes tenían la intención de traer armas de fuego y otros armamentos al evento. Sabíamos que había una gran posibilidad de que se presentaran actos violentos y que el blanco era el Congreso”. Pittman se convirtió en el jefa interina de la policía del Capitolio después de que su predecesor, Steven Sund, renunciara tras los disturbios. Pittman es la primera mujer y la primera persona afroestadounidense en asumir el cargo.
Esto se produce al tiempo que el comandante de la Guardia Nacional de Washington D. C. dijo que el Pentágono había restringido su autoridad antes de los disturbios, lo que retrasó el despliegue de tropas después de que el jefe de la policía del Capitolio llamara para pedir ayuda.
La cadena de noticias CNN informa que la congresista republicana del estado de Georgia Marjorie Taylor Greene, reconocida partidaria de QAnon, indicó repetidamente en Facebook en 2018 y 2019 que respaldaba la violencia contra los demócratas y agentes del Servicio de Inteligencia, antes de postularse para un escaño en el Congreso. En 2019, le puso “Me gusta” a un comentario que decía que “una bala en la cabeza sería lo más rápido” para deshacerse de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
En noticias relacionadas, están aumentando los llamados por parte de grupos de prevención de la violencia con armas de fuego para que Greene dimita a su cargo por publicaciones de 2018 en las que difundió teorías conspirativas perjudiciales. En sus publicaciones, Greene declaraba que los tiroteos en las escuelas de la localidad de Sandy Hook, en el estado de Connecticut, y de la ciudad de Parkland, en el estado de Florida, habían sido una farsa.
Mientras tanto, el senador republicano Josh Hawley, quien respaldó los esfuerzos de Trump para revocar los resultados de las elecciones, defendió a los miembros de grupos paramilitares en un artículo que escribió cuando tenía 15 años tras el atentado de 1995 de la ciudad de Oklahoma.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, está instando a una movilización mundial para detener la propagación del neonazismo y de la supremacía blanca, que según él ha aumentado durante la pandemia de la COVID-19. Guterres habló en la conmemoración de Naciones Unidas de las víctimas del Holocausto. El miércoles, se cumplieron 76 años desde la liberación del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau.
Secretario general António Guterres: “El antisemitismo continúa azotando a nuestro planeta. Es triste, pero no sorprendente, que la pandemia de COVID-19 haya desencadenado una nueva erupción de esta ideología venenosa. Nunca podemos bajar la guardia”.
El martes, el Senado de Estados Unidos confirmó a Tony Blinken como secretario de Estado en una votación de 78 contra 22. Blinken ha dicho que priorizará el multilateralismo y, durante su audiencia de confirmación, sugirió que Estados Unidos está abierto a reincorporarse al acuerdo nuclear con Irán. Blinken también ha prometido tomar una postura más firme contra Rusia y continuar con el enfoque de línea dura con respecto a China y Venezuela.
En otras noticias del Departamento de Estado de Estados Unidos, un portavoz dijo que el organismo está revisando la designación de los rebeldes hutíes de Yemen como grupo terrorista por parte del Gobierno de Donald Trump. El lunes, el Departamento del Tesoro anunció que autorizará transacciones financieras con los hutíes durante el próximo mes, después de que Naciones Unidas y grupos de ayuda humanitaria advirtieran que la medida privaría a los yemeníes de ayuda indispensable y de transacciones esenciales.
Richard Mills, el embajador interino de Estados Unidos ante Naciones Unidas, dijo que el Gobierno de Biden restablecerá las relaciones diplomáticas con la Autoridad Palestina y volverá a otorgar ayuda a los palestinos, que fue suspendida durante la presidencia de Trump. Mills también dijo que Estados Unidos continuará apoyando una solución de dos estados, aunque muchos expertos regionales progresistas se oponen a la estrategia, pues argumentan que ya no es viable.
En noticias relacionadas, el presidente palestino Mahmoud Abbas anunció a principios de enero que este año se celebrarán elecciones parlamentarias y presidenciales en el país, las primeras elecciones en los Territorios Ocupados en 15 años. Los analistas dicen que la medida es un guiño para establecer negociaciones con el nuevo Gobierno de Biden.
En otras noticias de la zona, otro adolescente palestino, Atallah Rayyan, de 17 años, perdió la vida debido a disparos efectuados por fuerzas israelíes que estaban estacionadas en un puesto militar cerca de un asentamiento judío en la Cisjordania ocupada. Los israelíes acusaron al adolescente de intentar atacar a los soldados.
Las autoridades mexicanas iniciaron una investigación luego de que el fin de semana se encontraran 19 cuerpos baleados y calcinados en una localidad cerca de la frontera entre Estados Unidos y México. Familiares de solicitantes de asilo de Guatemala dicen creer que 13 de los muertos podrían ser sus seres queridos, entre los que se encuentran adolescentes que intentaban llegar a Estados Unidos.