Ucrania desafió el ultimátum de Rusia que exigía la entrega de la ciudad sitiada de Mariúpol a las cinco de la mañana de este lunes, hora de Moscú, al tiempo que aumentan los ataques y las muertes en el día 26 de la invasión rusa. Funcionarios de Mariúpol anunciaron que las fuerzas armadas rusas bombardearon el domingo una escuela de arte donde se refugiaban 400 personas desplazadas. Muchos residentes todavía no han podido salir de la ciudad y se enfrentan a intensos bombardeos rusos en medio de una creciente escasez de suministros.
Irina Chernenko: “Llevamos once días en un sótano. Este es el vigésimo quinto día de la guerra. Los hemos estado contando todos. Esperamos lo mejor: vivir como seres humanos. El apartamento está destruido. Todo está roto. ¿A dónde podemos ir desde este sótano? Estamos usando una fogata para cocinar. Por ahora, tenemos algo de comida y leña. En una semana, ya no tendremos nada, nada de comida. ¿Qué deberíamos hacer?”.
Una potente explosión en la capital de Ucrania, Kiev, destruyó un centro comercial que ocupaba una gran extensión de terreno. Todavía se desconoce el número de víctimas causado por dicho ataque. Mientras tanto, Rusia anunció que usó misiles hipersónicos dos veces en los ataques llevados a cabo contra Ucrania durante el fin de semana. Las autoridades ucranianas pidieron a los residentes de la ciudad de Sumy que se resguardaran después de que bombardeos rusos impactaran una fábrica de productos químicos, lo que provocó una fuga de amoníaco. Por su parte, decenas de empleados que habían estado trabajando bajo las órdenes rusas en la planta nuclear de Chernóbil han sido relevados y sustituidos por otro personal ucraniano después de trabajar alrededor de 600 horas.