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En Afganistán, las mujeres están protestando contra una serie de restricciones con sesgo de género impuestas por el Gobierno talibán, entre ellas la orden de cerrar las escuelas secundarias públicas para niñas, emitida en marzo. En respuesta a este tipo de medidas, las autoridades estadounidenses cancelaron las conversaciones con los líderes talibanes en Doha y siguen congelando miles de millones de activos afganos. Mientras tanto, Afganistán se hunde en una catástrofe económica. Hablamos con Masuda Sultan y Medea Benjamin, dos de las fundadoras de Unfreeze Afghanistan, una coalición que aboga por la liberación de fondos dirigidos a la población civil de Afganistán. Recientemente visitaron Afganistán como parte de una delegación de mujeres estadounidenses y dicen que Estados Unidos tiene la responsabilidad de aliviar el sufrimiento que se experimenta allí, ya que tuvo un papel importante en provocarlo durante más de dos décadas de guerra. “Parece que cada vez que hay un enfrentamiento entre los talibanes y la comunidad internacional, es el pueblo afgano el que sufre”, dice Sultan. “Ahora se está librando una especie de guerra económica contra el pueblo afgano”, añade Benjamin.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Masuda Sultan y Medea Benjamin.