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A partir de octubre de 2023, Israel ha matado a más de 3.700 personas en el Líbano, en su mayor parte durante las últimas 10 semanas. Los ataques israelíes en el Líbano han obligado a más de 1 millón de personas a huir de sus hogares y, además, hubo ataques repetidamente dirigidos contra periodistas. En un nuevo informe, la organización Human Rights Watch denuncia que Israel claramente cometió un crimen de guerra al matar a tres periodistas y herir a otros cuatro el mes pasado, en su bombardeo contra un hotel de Hasbaya, en el sur del Líbano, donde se hospedaban más de una docena de periodistas. El ataque provocó la muerte de Ghassan Najjar y Mohammad Reda, ambos de Al Mayadeen TV, y de Wissam Kassem, camarógrafo de Al-Manar TV. Human Rights Watch ha revelado que Israel utilizó una bomba equipada con un kit de precisión producido en Estados Unidos, llamado Munición de Ataque Directo Conjunto (JDAM, por su sigla en inglés). “Los periodistas son civiles y atacar deliberadamente a periodistas constituye un crimen de guerra”, afirma Ramzi Kaiss, investigador de Human Rights Watch.
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