El Ministerio de Salud de Yemen afirma que al menos 53 personas murieron y decenas más resultaron heridas durante el fin de semana después de que Estados Unidos lanzara casi 50 ataques aéreos contra el movimiento hutí. Según se informa, entre las víctimas mortales se encuentran más de 30 civiles, incluidos cuatro menores y una mujer que murieron cuando las bombas estadounidenses impactaron dos casas situadas en la provincia de Saada, en el norte de Yemen. El Gobierno de Trump declaró que los bombardeos comenzaron luego de que los hutíes volvieran a lanzar ataques con misiles y drones contra barcos en el mar Rojo y el golfo de Adén, en solidaridad, según manifestaron, con la población palestina de Gaza que está siendo sometida al asedio israelí. Un portavoz hutí afirmó el domingo que continuarán con los ataques.
Yahya Sarea: “Con la ayuda de Dios Todopoderoso, las Fuerzas Armadas de Yemen continuarán imponiendo un bloqueo naval al enemigo israelí y prohibirán el acceso de sus barcos a la zona de operaciones declarada hasta que la ayuda y las necesidades básicas lleguen a la Franja de Gaza”.
En redes sociales, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió usar contra Yemen “una fuerza letal abrumadora como nunca antes se ha visto”. Un funcionario del Gobierno de Trump le comunicó a la prensa que los ataques en Yemen podrían continuar durante varias semanas. Los bombardeos se están llevando a cabo a pesar de que el Congreso estadounidense no ha declarado la guerra a Yemen.