Uno de los ejes centrales del debate presidencial del martes 10 de septiembre entre Kamala Harris y Donald Trump fue el derecho al aborto y las consecuencias del dictamen conocido como “Dobbs”, emitido por la Corte Suprema de Estados Unidos en 2022, que anuló el fallo “Roe contra Wade”, el cual garantizaba el aborto legal en el país. Trump repitió su falsa afirmación de que el Partido Demócrata está a favor del infanticidio y planteó que haber permitido que cada estado establezca sus propias leyes sobre el aborto era una mejora. Harris enfatizó el riesgo en el que se encuentran las personas gestantes, que ahora deben lidiar con un mosaico de leyes y restricciones y se comprometió a restaurar la protección de los derechos reproductivos si es elegida como presidenta. “Kamala Harris logró finalmente canalizar la indignación y la profunda sensación de violación que generó el dictamen 'Dobbs' en muchas personas de todo el país”, dice Amy Littlefield, corresponsal de acceso al aborto de la revista The Nation.
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