
La Administración del Seguro Social de Estados Unidos está evaluando la implementación de un nuevo y drástico protocolo antifraude que podría hacer que se interrumpan los pagos de beneficios a millones de estadounidenses, según un comunicado interno obtenido por el boletín político Popular Information. Estas modificaciones en el sistema obligarían a millones de usuarios a tener que ir a presentar sus reclamos personalmente a la oficina de su localidad en lugar de poder hacerlo por teléfono. Se estima que entre 75,000 y 85,000 adultos mayores y personas discapacitadas serían redirigidas semanalmente a las oficinas. Esto se produce en momentos que el Gobierno de Trump está recortando empleos y cerrando oficinas de dicha agencia. El reportero Judd Legum, fundador de Popular Information, ha entrevistado a funcionarios de la Administración del Seguro Social que señalan que “están tratando de destruir el organismo”.
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