En Irak, al menos treinta y seis personas murieron y otras cien resultaron heridas el miércoles, cuando explotó una bomba frente a una mezquita chiita en Hillah. La explosión se produjo mientras los chiitas se reunían para orar, en el primer día del Ramadan.
En Capitol Hill, los senadores votaron para definir y limitar los tipos de técnica de interrogatorio usados contra los detenidos en las prisiones comandadas por Estados Unidos. El objetivo del proyecto de ley es evitar el “tratamiento o castigo cruel, inhumano o degradante a personas que se encuentran bajo la custodia o control del gobierno de Estados Unidos.” Cuarenta y tres republicanos se unieron a los demócratas para incluir esos términos en el proyecto de gasto militar de 440.000 millones de dólares. La Casa Blanca amenazó con vetar todo el proyecto si se incluían disposiciones contra de la tortura.
Un alto analista del Pentágono se declaró culpable de proporcionar información confidencial a miembros del Comité de Relaciones Públicas Estadounidense-Israelí (AIPAC, por sus siglas en inglés), grupo lobbista pro israelí. El funcionario, Larry Franklin, también admitió por primera vez que filtró información secreta de Irán directamente a un funcionario del gobierno israelí en Washington. Franklin dijo que se había encontrado personalmente ocho veces con un funcionario de la Embajada israelí en Washington. El Washington Post informa que la declaración de Franklin pone en duda las afirmaciones de funcionarios israelíes que aseguran, desde hace tiempo, que ya no están vinculados con actividades de inteligencia en Estados Unidos. En 1987, Jonathan Pollard, funcionario de la Inteligencia de la Marina, fue sentenciado a cadena perpetua luego de que admitió ser espía de Israel. Franklin aceptó declararse culpable de dos cargos de conspiración y otro de poseer documentación confidencial, y acordó testificar contra los dos ex funcionarios de AIPAC que son juzgados actualmente. Puede ser condenado a pasar hasta 25 años en prisión.
Mientras tanto, otra posible historia de espionaje se desarrolla en Washington. El Departamento de Justicia investiga si un infante de marina estadounidense que trabaja en la oficina de Dick Cheney entregó documentos confidenciales sobre Filipinas a figuras de la oposición en Manila. El empleado fue descubierto el año pasado y arrestado hace un mes.
En Washington, un Gran Jurado federal acusó a David Safavian, el ex funcionario con más rango para compras federales del gobierno de Bush, de realizar falsas declaraciones y obstruir las investigaciones sobre el lobbista republicano Jack Abramoff. Safavian afronta cinco acusaciones por delitos graves.
En noticias sobre medicina, el Presidente Bush advierte que el país podría afrontar otra epidemia de gripe aviaria, y que podría ser necesario que los militares impongan cuarentenas y otras medidas de seguridad. Bush habló sobre esto en la conferencia de prensa que dio el lunes. El secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos, Mike Leavitt, dijo que prepararse para esa eventual epidemia es el asunto de salud más importante al que el país debe hacer frente. La última gran epidemia de gripe ocurrió en 1986, y el brote más letal en 1918, cuando murieron 50 millones de personas en el mundo, entre ellas 600.000 estadounidenses. Mientras tanto, científicos acaban de anunciar que reconstruyeron el virus de la llamada “gripe española” de 1918, y descubrieron que era una patología de las aves que se trasmitía directamente a los humanos.
En otra noticia de Capitol Hill, los integrantes republicanos del Senado proponen un recorte de casi 600 millones en el presupuesto para programas de cupones de alimentación. La Associated Press calcula que eso dejaría a 300.000 personas sin derecho a recibir cupones. Los senadores también consideran reducir el subsidio a los granjeros en más de 1.100 millones de dólares a lo largo de un período de cinco años.
Los grupos defensores de los medios de comunicación Free Press (Prensa Libre) y Center for Media and Democracy (Centro para los Medios y la Democracia) solicitan al Congreso y al Departamento de Justicia que se inicie un juicio contra los funcionarios del gobierno que utilizaron dinero de los contribuyentes para comprar una cobertura de noticias favorable a las políticas del presidente. La semana pasada la Oficina de Responsabilidad del Gobierno (GAO, por sus siglas en inglés) determinó que el gobierno de Bush había pagado en forma ilegal al comentarista Armstrong Williams para que promocionara la ley No Child Left Behind (que ningún niño se quede atrás). La GAO dijo que el gobierno gastó dinero de los contribuyentes para difundir “propaganda encubierta”.
Otra noticia relacionada con los medios. El gigante de la radio Clear Channel solicitó al Congreso que flexibilice las leyes de propiedad de los medios, para permitirle comprar más emisoras de radio. Clear Channel es el mayor operador de emisoras de radio del país, con más de 1.200 estaciones. Esa corporación quiere que el Congreso modifique las reglas para permitir que una misma compañía pueda ser dueña de hasta 12 emisoras de radio en un mismo mercado.
La revista Progressive Magazine informa que el servicio secreto recientemente ingresó a un instituto de enseñanza secundaria en Carolina del Norte y confiscó el proyecto de un estudiante, realizado para una tarea sobre la Declaración de Derechos. Se había pedido a los estudiantes de una clase avanzada de educación cívica y economía, en una secundaria del condado de Currituck, que tomaran fotografías para ilustrar sus derechos, de acuerdo con la Declaración de Derechos. Un estudiante fotografió una imagen del Presidente Bush con una chincheta roja que atravesaba su cabeza. Luego llevó la fotografía a revelar a una tienda de Wal-Mart. Un empleado de Wal-Mart llamó a la policía de Kitty Hawk, y el asunto quedó en manos del servicio secreto. A fines del mes pasado, el servicio secreto envió oficiales a la secundaria para interrogar al director y al profesor. Además ingresaron al salón de clase para llevarse la fotografía.
Y por último, esta noticia acerca del asesinato de Filiberto Ojeda Ríos, el líder independentista puertorriqueño que fue asesinado por el FBI hace dos semanas. En una columna escrita por Juan González, publicada hoy por Daily News, se señala un ex funcionario de inteligencia naval dijo a ese periodista de DN! que sabe con certeza que la muerte de Ojeda pudo evitarse. El funcionario dijo que lo sabe porque él mismo informó hace un año a agentes del FBI dónde podían encontrar a Ojeda , que era un fugitivo buscado. El informante, que pidió no ser identificado, dio su versión de los hechos a la oficina del inspector general del Departamento de Justicia, que inició una investigación independiente del asesinato la semana pasada. Pero el FBI no tenía intenciones de capturar a Ojeda hasta el 23 de septiembre, el aniversario del Grito de Lares. Ese feriado conmemora la revuelta independentista fallida de Puerto Rico en 1868 contra el colonialismo español. Es una fecha que el movimiento independentista conmemora todos los años con una marcha hacia la localidad de Lares. El informante del FBI dijo: “Defiendo que Puerto Rico sea parte de Estados Unidos, pero veo que el FBI pretendía humillar a todos los puertorriqueños al ir tras él en El Grito de Lares. Siento que fui utilizado. Quería que lo arrestaran, no que lo asesinaran”.