El Departamento de Justicia anunció el martes que se presentaron cargos contra José Padilla, el ciudadano estadounidense que había estado preso por más de tres años en aislamiento en la sede de una brigada militar en Carolina del Sur. Padilla fue detenido en 2002 en el aeropuerto O’Hare de Chicago cuando regresaba de un viaje a Pakistán. En ese momento, el Fiscal General John Ashcroft advirtió que el gobierno había “interrumpido un complot terrorista en curso para atacar a Estados Unidos utilizando una 'bomba sucia' radioactiva”. El martes, el actual Fiscal General Alberto Gonzáles anunció que Padilla no estará mas bajo custodia militar y que es acusado de una serie de crímenes. Los cargos no reiteran la afirmación sobre la “bomba sucia” realizada cuando Padilla fue arrestado.
Un árabe-estadounidense de 24 años de edad fue declarado culpable el martes de unirse a Al-Qaeda y conspirar para asesinar al Presidente Bush Ahmed Omar Abu Ali, oriundo de Huston, fue enjuiciado luego de estar detenido durante casi dos años en una prisión de Arabia Saudita, donde según él lo torturaron para que confesara. Dos médicos que lo examinaron corroboraron lo que dijo. Abu Ali se fue a vivir a Arabia Saudita en el año 2000 para realizar estudios islámicos. Fue arrestado tres años después mientras rendía los exámenes finales en la Universidad Islámica de Medina. Su sentencia será dictada el 17 de febrero, y podría ser condenado a cadena perpetua.
El gobierno británico amenazó con demandar a los periódicos que publiquen el contenido de un memorando filtrado en el que presuntamente se registra que el Presidente Bush discutió la posibilidad de bombardear la cadena satelital de televisión árabe Al Jazeera. El gobierno dice que tomará medidas en el marco de la Ley de Secretos Oficiales, que establece que es ilegal poseer información del gobierno sin potestades legales para ello. El periódico británico Daily Mirror dio a conocer el memorando el martes. El diario basó su informe en un memorando confidencial de Dowing Street que sostenía que Bush dijo al Primer Ministro Tony Blair, en abril de 2004, que quería atacar las oficinas de Al Jazeera en Qatar. Blair presuntamente convenció a Bush de no efectuar el bombardeo, porque temía que se realizaran ataques en venganza. El Daily Mirror dice que respetará la amenaza del gobierno en contra de la publicación. Pero el editor de Daily Mirror, Richard Wallace, señaló: “Dimos a conocer (al gobierno) nuestra intención de publicar y la respuesta fue un 'Sin comentarios', oficial o extraoficial. De pronto, 24 horas después, nos amenazan con el articulo 5 (de la Ley de Secretos)”. Dos civiles británicos fueron acusados en relación con la filtración.
El gobierno de Bush anunció que reanudará relaciones con las Fuerzas Armadas indonesias y levantará un embargo de seis años que impide venderles armas. El Departamento de Estado dijo que brindará ayuda para “modernizar las Fuerzas Armadas indonesias, proporcionar más incentivos para reformar las Fuerzas Armadas indonesias, y apoyar los objetivos de seguridad estadounidenses e indonesios, entre ellos el combate al terrorismo, la seguridad marítima y la ayuda en casos de desastre”. Los lazos militares con Indonesia se debilitaron tras una masacre de civiles en Timor Oriental en 1991. Indonesia ocupó por más de 25 años Timor Oriental, donde fue acusada de matar a más de 200.000 personas. También mató a miles de personas en la última década en la provincia de Aceh. La Red de Acción de Timor Oriental afirmó en una declaración: “El apoyo de Estados Unidos a unas Fuerzas Armadas no reformadas, que permanecen por encima de la ley, no es bueno para Estados Unidos ni para Indonesia. Este es un día profundamente decepcionante y triste para la protección de los derechos humanos en todas partes, pero especialmente en Indonesia, Timor Oriental y Estados Unidos”.
En República Democrática del Congo, las Fuerzas Armadas dicen haber matado a casi 60 rebeldes. La ofensiva tuvo lugar en la región de Ituri, al noreste del país, en un ataque que duró tres días, con apoyo de soldados de la Organización de las Naciones Unidas. Las Fuerzas Armadas dicen que los rebeldes son parte del Frente Patriótico de Resistencia de Ituri, un grupo armado del que se pensaba que había entregado la mayor parte de sus armas en un programa de desmovilización este año. Un portavoz de la oficina de la ONU para la coordinación de asuntos humanitarios dijo que miles de civiles huyeron de los pueblos cercanos al combate. Desde 1999, los enfrentamientos entre milicias en la zona han dejado un saldo de más de 50.000 muertos, y obligaron a un millón de personas a abandonar sus hogares…
En Irak, un atacante suicida mató a 21 personas en la localidad de Kirkuk el martes. En Tíkrit, proyectiles interrumpieron una ceremonia realizada para trasladar a Irak el control de uno de los palacios de Saddam Hussein, que estaba en manos de Estados Unidos. El proyectil no explotó pero obligó al embajador estadounidense Zalmay Khalilzad y al comandante de las fuerzas armadas, General George Casey, a refugiarse dentro del palacio. Por otra parte, un alto dirigente sunita murió luego de que personas armadas que vestían uniformes del ejército iraquí irrumpieron en su hogar y lo mataron. Khadim Sarhid al-Hemaiyem era el líder de la tribu sunita Batta y hermano de un candidato al parlamento en las elecciones del 15 de diciembre. Tres de sus hermanos también fueron asesinados. Mientras tanto, un asesor del presidente iraquí Jalal Talabani dijo que un representante de un grupo insurgente había aceptado un ofrecimiento del gobierno de negociar con quienes estaban dispuestos a entregar las armas. El asesor no dio el nombre del grupo.
Un nuevo artículo del periodista de investigación Murray Waas, publicado en el National Journal, dice que se notificó al presidente Bush diez días después de los atentados del 11/9 que la inteligencia de Estados Unidos no tenía pruebas que vincularan a Irak con al Qaeda o con los atentados. Según varios funcionarios y ex funcionarios del gobierno, desde entonces es escasa la evidencia que contradiga aquella evaluación. Un ex funcionario de alta jerarquía dijo: “Lo que se le dijo al Presidente el 21 de septiembre (de 2001), era coherente con todo lo que se le dijo desde entonces, simplemente no había evidencia”. El gobierno de Bush se ha negado publicar el informe, ni siquiera como documento revisado. A continuación, los funcionarios del gobierno ignoraron las evaluaciones de inteligencia, en beneficio de quienes sostenían que Saddam Hussein tenía armas químicas y vínculos con Al Qaeda. Uno de los principales promotores de esa teoría fue el entonces subsecretario de defensa Douglas Feith. En el margen de uno de los informes de Feith, el vicepresidente Dick Cheney escribió: “Esto es de verdad muy bueno… alentador… no como la basura que estamos acostumbrados a recibir de la CIA”.