Un nuevo estudio de un reconocido grupo de investigación de Londres, advierte que las fuerzas militares estadounidenses permanecerán en Irak durante cinco años más debido a la incapacidad de los militares iraquíes de imponer la ley y el orden en el país. El informe del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos será publicado en la medida que la situación de seguridad empeore en Irak.
Estados Unidos sufrió en los últimos cuatro días la pérdida de 14 soldados. Mayo será el mes que ha dejado más muertes para Estados Unidos en un año. Desde que se formó el nuevo gobierno iraquí el 28 de abril, ya han muerto 58 soldados estadounidenses, mientras que el número de iraquíes muertos desde esa fecha alcanza los 600.
La agencia de noticias Knight Ridder informó que chiítas que viven en las cercanías de la ciudad de Basora, una zona rica en petróleo al sur del país, están presionando para lograr que la región se convierta en un estado semi autónomo. Los analistas temen que la maniobra genere más violencia sectaria.
Los Ángeles Times informó que Estados Unidos entregó gran parte de la provincia de Al Anbar a la resistencia iraquí. Un oficial militar anónimo expresó que los comandantes “no pueden utilizar la palabra, pero se estaban retirando lentamente. Eso es lo que hicieron.”
Washington se prepara para gastar más dinero en la guerra. Una sub comisión del Congreso aprobó el martes 45 mil millones de dólares adicionales para las guerras de Irak y Afganistán, lo cual elevaría los costos de las operaciones militares estadounidenses a más de 300 mil millones de dólares.
También en el Capitolio, surgió un inesperado crítico a la guerra: el republicano Walter Jones. El congresista de Carolina del Norte expresó recientemente a un diario local que Estados Unidos fue a la guerra “sin justificación alguna”. Jones fue noticia internacional hace tres años cuando criticó a Francia por no apoyar la guerra. En marzo de 2003 exigió que tres cafeterías del congreso prohibieran la palabra “francés/a” en el menú. Las “papas francesas” (papas fritas) pronto se convirtieron en las papas de la libertad. A pesar que la prohibición permanece vigente, la opinión actual de Jones sobre la guerra parece ser más cercana a la de Francia que a la del Presidente Bush. Jones afirmó que “sería un error que las personas de este gobierno nos dieran información errónea en forma intencional para ejercer la autoridad de enviar hombres y en algunos casos a mujeres, a Irak. Le deben decir la verdad al Congreso”.
Una coalición de más de cuarenta grupos solicitó al presidente Bush que no ofrezca ayuda militar a Indonesia al reunirse hoy con el presidente de ese país Susilo Bambang Yudhoyono. La Red de Acción de Timor Oriental y de Indonesia organizó una campaña solicitando que Estados Unidos no brinde ayuda militar a Indonesia. Karen Orenstein, miembro del grupo, indicó que “no ofrecer su prestigiosa ayuda militar es la mejor herramienta que tiene el gobierno de Estados Unidos para demostrar su compromiso con la justicia, los derechos humanos y la reforma democrática.” El Congreso votó en primera instancia para evitar que Indonesia recibiera ayuda militar en 1991 tras la masacre de Santa Cruz en Timor Oriental, donde murieron más de 270 civiles timorenses. Las tropas indonesias que efectuaron la matanza utilizaron rifles M-16 proporcionados por Estados Unidos. Todos los vínculos militares con Indonesia fueron disueltos en septiembre de 1999, tras la destrucción indonesia de Timor Oriental.
Mientras tanto, un nuevo informe del Instituto de Política Mundial reveló que Estados Unidos envía periódicamente ayuda militar y armas a países con regímenes no democráticos. En 2003, la mayoría de los 25 receptores más importantes de armas de Estados Unidos en el tercer mundo fueron definidos por el Departamento de Estado como no democráticos. Entre ellos se encontraban Arabia Saudita, Egipto, Kuwait, y Uzbekistán.
La organización Human Rights Watch acusó al FBI de interrogar y amenazar a dos ciudadanos estadounidenses mientras se encontraban detenidos en forma ilegal y eran torturados por los servicios de seguridad paquistaní. Según Human Rights Watch, los detenidos, que son hermanos, fueron secuestrados de su hogar en Karachi en agosto de 2004. Estuvieron detenidos hasta el mes pasado sin haber sido acusados. Durante los ocho meses de su detención, agentes del FBI los cuestionaron y amenazaron en forma sistemática con enviarlos a la prisión de la Bahía de Guantánamo. Asimismo, Human Rights Watch alegó que el FBI no intervino para poner fin a la tortura ni para brindar ayuda consular, que normalmente se ofrece a ciudadanos estadounidenses detenidos. Uno de los hermanos dijo que “los agentes paquistaníes nos golpeaban duramente, nos mantenían despiertos toda la noche o nos colgaban de los pies, antes que los agentes del FBI nos hicieran 10 sesiones de interrogatorios a cada uno.”
La Comisión de Inteligencia del Senado dará los primeros pasos para aumentar las facultades del FBI en virtud de la Ley Patriota de Estados Unidos. El FBI solicitó el martes formalmente al Congreso que otorgue nuevas facultades de allanamiento para requisar registros privados sin autorización judicial. Según la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, la facultad permitiría que los agentes requisen registros de instituciones médicas, bibliotecas, hoteles, vendedores de armas, bancos y otros comercios, sin tener que comparecer ante un juez y sin necesidad de probar que las personas investigadas están implicadas en alguna actividad delictiva.
En el Capitolio, se espera que el Senado vote esta semana la nominación de John Bolton como embajador de las Naciones Unidas. El senador republicano George Voinovich ha hecho circular una carta exhortando a sus colegas a votar contra Bolton. Si cuatro senadores republicanos apoyan la posición de Voinovich, la confirmación de Bolton no tendría lugar. En la carta, Voinovich escribió “en estos tiempos peligrosos, no podemos permitirnos arriesgar la capacidad de nuestro país de ganar la guerra del terror con un embajador polémico e ineficaz ante las Naciones Unidas”.
Un legislador israelí solicitó en el Knesset un debate inmediato por un nuevo informe de Amnistía Internacional que acusa a los militares israelíes de haber cometido crímenes de guerra. Amnistía denunció que militares israelíes son responsables por la muerte de unos 700 palestinos, incluyendo 150 niños. Amnistía señaló que durante el mismo período grupos militantes palestinos mataron a 109 israelíes, entre ellos 8 niños.
En oposición a la postura del Presidente Bush, el Congreso votó para disminuir las restricciones al financiamiento federal para la investigación de células madre. Bush anunció que vetará la medida. La nueva ley apoya la investigación de embriones humanos que de otro modo serían descartados.
La presidenta de PBS, Pat Mitchell, defendió la cadena, rechazó las afirmaciones que indican la tendencia liberal de la televisión pública y defendió al ex presentador Bill Moyers, que ha sido blanco de críticas de la derecha. En una aparición en el Club Nacional de la Prensa, Mitchell expresó que ”PBS no pertenece a ningún partido político”.
El Concejo de Relaciones Islámico-estadounidenses (CAIR por sus siglas en inglés) exigió que una iglesia de Carolina del Norte retire un letrero que dice “El Corán debe ser arrojado por el inodoro”. El pastor de la iglesia, Reverendo Creighton Lovelace, defendió el letrero y dijo “mi credo es la Biblia, que dice que debo defender mi fe. No odio a los musulmanes, solo odio sus falsas doctrinas.” Ibrahim Hooper de CAIR respondió diciendo que “los cristianos muchas veces se preguntan, '¿Qué haría Jesús?'. No creo que Jesús, amado por los musulmanes y mencionado con frecuencia en el Corán, utilizara esa retórica llena de odio y división”.