El presidente Bush rechazó las acusaciones de que la cuestión racial incidió de algún modo en el manejo gubernamental del desastre.
El lunes, en Nueva Orleans Bush dijo a periodistas: ” Mi actitud es ésta: la tormenta no discriminó y tampoco lo harán los esfuerzos de recuperación. Cuando esos helicópteros de los guardacostas sobrevolaron, que en muchos casos fueron los primeros en llegar, sacaban a la gente de los techos, no se fijaban en el color de piel de las personas. Querían salvar vidas”.