Surgen más preocupaciones ambientales en la región de la costa del Golfo de México. La revista Solid Waste & Recycling (Desechos sólidos y reciclaje) informa que Nueva Orleáns podría enfrentar un grave problema de contaminación vinculado con desechos tóxicos enterrados en 38 hectáreas del centro de la ciudad, aún bajo agua. Ese sitio estaba a cargo del programa federal Superfund de localización, evaluación y limpieza de desechos tóxicos, y se le considera muy contaminado, con importantes necesidades de limpieza y contención. La inundación aumentó las probabilidades de que los desechos tóxicos contaminen zonas aledañas. Es posible que otros dos sitios manejados por Superfund en el estado vecino de Mississippi también aumenten mucho su peligrosidad debido a la inundación.
Según el Washington Post, esos sitios contienen una variedad de contaminantes que incluye metales pesados, asociados con un mayor riesgo de enfermedades como el cáncer y problemas de desarrollo, y también otras sustancias carcinógenas.