Se informó que la CIA no encontró pruebas concluyentes de que Irán intenta desarrollar armas nucleares. En un artículo de la revista New Yorker publicado recientemente, el periodista de investigación Seymour Hersh informa que una evaluación secreta de la CIA cuestionó las suposiciones de la Casa Blanca sobre las capacidades nucleares de Irán y dificultó los intentos de impulsar un ataque militar. Un ex alto funcionario de inteligencia dijo que el Vicepresidente Dick Cheney lidera el esfuerzo para desestimar las opiniones de la CIA. El funcionario dijo: “No están buscando pruebas concluyentes. Están buscando el nivel de comodidad que creen que necesitan para cumplir la misión”. También se comenta que Cheney dijo en una reunión de la Casa Blanca, llevada a cabo un mes antes de las elecciones parlamentarias, que la victoria demócrata no tendría mucha repercusión en la decisión del gobierno de comenzar la guerra. La semana pasada, el embajador saliente de Israel en Estados Unidos, Danny Ayalon, le dijo a un periódico israelí que el Presidente Bush no dudará en utilizar la fuerza para detener las actividades nucleares de Irán.
En Irak, más de 110 personas murieron en episodios violentos durante el domingo. Al menos diecisiete personas murieron y 50 resultaron heridas en un ataque suicida en la localidad de Hilla. Mientras tanto, insurgentes secuestraron al Viceministro de Salud en lo que se considera el secuestro del funcionario iraquí de más alto rango hasta la fecha.
En otro gran acontecimiento, el Ministro de Asuntos Exteriores de Siria viajó a Irak el domingo, en lo que marcó la primera visita de un ministro sirio desde que comenzó la invasión estadounidense. El Ministro de Asuntos Exteriores, Walid Moallem, ofreció la ayuda de Siria para luchar contra los insurgentes y pidió que se fijara una fecha para la retirada de todos los soldados extranjeros de Irak.
En otras noticias sobre Irak, el ex Secretario de Estado Henry Kissinger, dijo que cree que la victoria militar de Estados Unidos es imposible. En una entrevista con la BBC, Kissinger dijo: “Si por victoria militar clara usted entiende un gobierno iraquí que pueda establecerse y cuyo mandato judicial impere en todo el país, que controle la guerra civil y la violencia sectaria… no creo que sea posible”. Kissinger fue asesor del gobierno de Bush durante la guerra de Irak.
Human Rights Watch (HRW) está calificando al reciente juicio de Saddam Hussein como “básicamente injusto”. En un nuevo informe publicado hoy, Human Rights Watch dice que el juicio fue socavado por la interferencia del gobierno iraquí y por no permitir una audiencia abierta de pruebas y testigos.
El Presidente Bush se encuentra hoy en Indonesia como parte de su gira de ocho días en Asia. El domingo, más de diez mil personas colmaron las calles de Yakarta, la capital del país, previo a la visita del Presidente.
Hoy continúan las manifestaciones en Indonesia.
Mientras tanto, una coalición de grupos de derechos humanos, de trabajadores y religiosos, le están pidiendo al Presidente Bush que se abstenga de prometerle más asistencia a las Fuerzas Armadas indonesias. En una carta organizada por Action Network de Timor Oriental, los grupos escribieron: “Estamos profundamente preocupados por las actuales violaciones a los derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad de Indonesia, especialmente en Papúa (…) y su amplia impunidad por crímenes contra la humanidad y otras violaciones graves cometidas contra los pueblos de Timor Oriental e Indonesia”. El año pasado, el Presidente Bush presentó una exoneración de una restricción del Congreso de la ayuda militar a Indonesia.
En los Territorios Ocupados, las Fuerzas Armadas israelíes cancelaron el domingo un ataque aéreo planificado en Gaza contra la casa de un militante buscado luego de que cientos de palestinos rodearon la casa para protegerla. El activista de Hamas Nizar Riyan describió la escena.
Un portavoz israelí denominó la acción palestina de “una explotación cínica de nuestro intento de evitar el daño a civiles”. Pero el Primer Ministro palestino Ismail Haniyeh dijo que la táctica fue innovadora y que sería utilizada para detener futuros ataques israelíes.
En Kenya, la Cumbre de ministros de medio ambiente de las Naciones Unidas finalizó el viernes con promesas de tomar medidas con respecto al cambio climático en el futuro. La cumbre dijo que revisaría el Protocolo de Kyoto en 2008 con la posibilidad de acordar más reducciones a los gases de efecto invernadero. En virtud del Protocolo de Kyoto, los países signatarios deben mantener sus emisiones al menos un 5% por debajo de los niveles de 1990 antes de 2012.
La cumbre también acordó financiar iniciativas africanas para energía limpia. Muchos líderes y activistas africanos, entre ellos Sharon Loorementa de la comunidad Maasi, dijeron que la conferencia no había abordado las necesidades de África.
En Sudán, se le impidió una vez más al más alto funcionario de ayuda humanitaria de la ONU que visitara Darfur. Jan Egeland, el Coordinador de Ayuda Humanitaria de la ONU, fue obligado a poner fin a su viaje el viernes, luego de que funcionarios sudaneses le impidieron ingresar a pueblos que albergan refugiados de Darfur. Egeland habló luego de regresar a la capital sudanesa, Jartum.
En Estados Unidos, 22.000 personas se congregaron frente a Fort Benning, Georgia, este fin de semana para solicitar el cierre del Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación de Seguridad, anteriormente conocido como la Escuela de las Américas. Quince personas fueron arrestadas luego de cruzar una cerca e ingresar a la base. Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos han utilizado la escuela para entrenar a muchos oficiales militares de América Latina y el Caribe acusados de violaciones a los derechos humanos. Los manifestantes escucharon el testimonio de varios sobrevivientes de regímenes apoyados por Estados Unidos, entre ellos María Guardado de El Salvador. Este fue el décimo séptimo aniversario de las protestas contra la Escuela de las Américas. Las acciones del fin de semana fueron programadas para que coincidieran con el aniversario de los asesinatos de seis curas jesuitas, el ama de llaves y su hija en El Salvador en noviembre de 1989. Según los organizadores, también se realizaron protestas en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Paraguay y Perú, al igual que en Irlanda, Canadá y en otras ciudades de Estados Unidos.
En Capitol Hill, un destacado congresista demócrata anunció sus planes de legislar para volver a implementar el servicio militar. El demócrata de Nueva York Charles Rangel, el entrante presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, dice que considera que el servicio militar obligatorio disuadiría a los políticos de lanzar guerras. Rangel dijo: “No tengo dudas de que este Presidente y su gobierno nunca hubieran invadido Irak…[si] los miembros del Congreso y del gobierno pensaran que los hijos de sus comunidades serían puestos en peligro”.
Un nuevo estudio de cientos de audiencias en las que prisioneros de Guantánamo fueron considerados “combatientes enemigos” descubrió que las Fuerzas Armadas de Estados Unidos no llamaron testigos, ocultaron pruebas y alcanzaron veredictos apresurados generalmente en un día. El estudio fue supervisado por el profesor de Seton Hall Mark Denbeaux y su hijo Joshua, quienes representan a detenidos en Guantánamo. Las audiencias fueron realizadas ante un panel de tres oficiales sin abogado defensor presente. De casi 560 detenidos, todos excepto 38 fueron declarados combatientes enemigos.
Y por último, dos veteranos de las Fuerzas Armadas y un cura católico fueron condenados a prisión por realizar una protesta de desarme en un silo de misiles en Dakota del Norte el pasado mes de junio. Los hombres vestidos con trajes de payasos violaron las cerraduras del lugar utilizando martillos. Pintaron la palabra “desarme” y derramaron un poco de su sangre en la tapa de un silo. Los hombres se autodenominaron “Weapons of Mass Destruction Here Plowshares”. Los tres fueron condenados a pagar una restitución de 17.000 dólares cada uno. El mayor del grupo — el cura, el Padre Carl Rabat de 73 años — recibió la pena más larga, de quince meses.