Israel reanudó los ataques aéreos contra la capital del Líbano, Beirut, la frontera libanesa con Siria y el Valle Beká al este del país. Los ataques ocurrieron un día después de que Hezbolá lanzó más de 230 cohetes a Israel, la mayor ofensiva desde que comenzó el enfrentamiento el mes pasado. Un hombre israelí murió y más de 30 personas resultaron heridas en el ataque. Hezbolá afirma que aumentó el ataque “luego de que [Israel] llegó muy lejos en dirigir sus ataques contra civiles”.
Hoy en Beirut, el Primer Ministro libanés Fouad Siniora dijo que el número de muertes tras la invasión israelí llegó a 900.
Siniora dijo: “Está cobrando una enorme cantidad de vidas humanas e infraestructura y ha devastado nuestro país y destruido nuestra economía. Más de 900 personas murieron y tres mil resultaron heridas hasta el momento, y el número sigue en aumento”.
Según el Primer Ministro Siniora, un tercio de las víctimas eran niños menores de doce años. El número de refugiados también alcanzó el millón de personas.
Los comentarios de Siniora surgieron apenas horas después de que el gobierno libanés advirtió que el ataque contra el Líbano está provocando daños irreparables a la economía e infraestructura del país.
El funcionario de Desarrollo y Reconstrucción del Líbano, Fadel Al-Shalak, dijo: “Al principio, los daños provocados por Israel eran de dos mil millones de dólares. Pasada una semana la cifra aumentó a 2.500 millones de dólares. Entonces, dentro de una semana, los daños provocados habrán aumentado otros 500 millones de dólares. Para un país del tamaño del Líbano, se trata de una gran pérdida. Este aumento muestra la proporción de la catástrofe y la agresión de esta guerra”.
Los trabajadores de ayuda advierten que grandes cantidades de alimentos y provisiones se están acumulando, debido a que Israel se niega a garantizar la seguridad de su entrega. El miércoles, tanto la ONU como la Cruz Roja anunciaron que postergaron el envío de ayuda. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU señala que la ayuda llegó a 80.000 personas, tan solo una décima parte de los que la necesitan.
Mientras tanto, Human Rights Watch publicó un informe que estipula que Israel ha fallado sistemáticamente en distinguir a combatientes de civiles en su ataque contra el Líbano, afirmando que algunos de los ataques perpetrados por Israel son crímenes de guerra. El informe analiza casi 24 ataques que dejaron un saldo de 143 civiles muertos, de los cuales casi la mitad eran niños.
El director ejecutivo de Human Rights Watch, Kenneth Roth, dijo: “El parámetro de ataques demuestra la desconcertante despreocupación de las Fuerzas Armadas israelíes por las vidas de los civiles libaneses… En muchos casos de muertes de civiles analizadas por Human Rights Watch, la ubicación de los soldados y las armas de Hezbolá no tenía nada que ver con las muertes debido a que no había ningún miembro de Hezbolá cerca”.
Mientras tanto, Israel dice que capturó a cinco militantes de Hezbolá durante un ataque del martes contra la antigua ciudad de Baalbek. Hezbolá dice que Israel secuestró civiles, entre ellos el dueño de una tienda de alimentos de 60 años de edad y dos trabajadores de la construcción. Israel ha sido criticado por matar a quince civiles, entre ellos una familia de siete personas, y por bombardear un hospital en Baalbek. Israel dice que el hospital era utilizado como una base de Hezbolá.
El ataque israelí ha provocado una inusual unidad entre los tres principales grupos religiosos del Líbano. El miércoles, los diarios libaneses publicaron una declaración conjunta publicada por la iglesia Católica Maronita del Líbano y grupos musulmanes chiítas y sunitas. La declaración mostraba fotografías de víctimas de bombardeos israelíes y elogiaba la resistencia dirigida por Hezbolá. El New York Times denominó la declaración conjunta como un acontecimiento que hubiera sido impensable apenas unos meses atrás.
Mientras tanto en Ciudad del Vaticano, el Papa Benedicto XVI reiteró sus recientes llamados a un inmediato cese del fuego.
El Papa Benedicto XVI dijo: “Nuestros ojos están llenos de imágenes horribles de los cuerpos mutilados de tanta gente, especialmente de niños, y estoy pensando específicamente en Qana en el Líbano. Quisiera reiterar que nada puede justificar el derramamiento de sangre inocente, por ningún motivo y de dónde sea que provenga. Con el corazón colmado de pesar, renuevo una vez más un fuerte llamado al inmediato cese de todas las hostilidades y de toda la violencia”.
En otras noticias, Israel continúa sus ataques aéreos prácticamente diarios contra la Franja de Gaza. Hoy temprano, siete palestinos —entre los que se encontraban al menos dos civiles desarmados— murieron en ataques en el sur de Gaza. Entre los muertos había un niño de diez años. Otros 25 palestinos resultaron heridos. La Organización de las Naciones Unidas lanzó un llamado solicitando a la comunidad internacional que no se olvide de la crisis humanitaria en Gaza. En una declaración firmada por treinta organismos de ayuda, la ONU dice que la situación en Gaza es al menos tan grave como en el sur del Líbano. Más de 140 palestinos murieron desde la captura del soldado israelí Gilad Shalit en junio. Los organismos dicen que Israel ha reducido considerablemente la entrega de ayuda. Según la ONU, Israel lanza un promedio de 150 misiles diarios contra Gaza. Los militantes palestinos lanzaron un promedio de diez cohetes contra Israel.
En Irak, más de 50 personas murieron a causa de violentos ataques el pasado miércoles. En Bagdad, una docena de atletas iraquíes jóvenes murieron cuando su partido de fútbol fue bombardeado.
En otras noticias sobre Irak, una investigación militar halló evidencia que apoya las acusaciones anteriores de que infantes de marina estadounidenses masacraron a 24 civiles iraquíes en Haditha el pasado noviembre. En una primera instancia, los infantes de marina afirmaron que quince civiles murieron en una explosión al costado de la carretera causada por insurgentes. Meses más tarde, salieron a la luz informes de que los civiles murieron cuando los infantes de marina irrumpieron en sus hogares y les dispararon a quemarropa en su vestimenta de dormir. Se está llevando a cabo una investigación acerca de si comandantes de la Armada intentaron encubrir los hechos. La noticia surge en el mismo momento en que un infante de marina presentó una demanda contra el congresista demócrata John Murtha por afirmar que las muertes en Haditha fueron deliberadas.
Mientras tanto, el Secretario de Defensa Donald Rumsfeld ha cambiado hoy su decisión de no declarar en la audiencia sobre Irak ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado. Rumsfeld fue duramente criticado luego de anunciar que no declararía públicamente, y que sólo se reuniría con los senadores a puertas cerradas.
En México, se intensifica el conflicto entre grupos activistas y el gobernador de Oaxaca. El miércoles, un grupo de casi 500 mujeres ocupó un canal de televisión estatal, golpeando cucharas contra ollas y cacerolas y transmitiendo una filmación que mostraba a la policía golpeando manifestantes en una importante protesta el mes pasado. Esta fue la última acción en la actual lucha contra Ulises Ruiz, el gobernador de Oaxaca, quien fue acusado de haber arreglado su elección dos años atrás y de eliminar violentamente a grupos opositores.
En Las Vegas, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) presentó una demanda para revocar una nueva ley que hace ilegal alimentar a los sin techo en parques públicos. La alcaldía de Las Vegas aprobó la medida el mes pasado. Aquellos que violen la ley enfrentarán una multa de hasta mil dólares, y un máximo de seis meses de prisión. Hasta el momento, han sido arrestadas tres personas por cometer dicho delito. Funcionarios del gobierno de la ciudad dicen que promulgaron la ley porque las ollas populares han alejando a la gente de los espacios públicos. La demanda fue presentada en nombre del grupo Food Not Bombs (Alimentos, No Bombas), que proporciona alimentos vegetarianos a los pobres en forma gratuita.
En Seattle, el hombre acusado la semana pasada por el ataque contra la oficina de la Federación Judía fue acusado de nueve delitos graves, incluyendo el de asesinato y el de cometer un delito de odio. Una mujer falleció y otras cinco personas resultaron heridas en el ataque. Según se informa, Naveed Afzal Haq le dijo a las víctimas que él estaba enojado con Israel y también debido a la guerra en Irak.
En San Francisco, un periodista de video independiente fue enviado a prisión por negarse a entregar la filmación de una protesta al ser citado por un gran jurado. Josh Wolf podría continuar en prisión hasta que entregue la filmación o hasta que la investigación concluya. Los fiscales sostienen que la filmación muestra a manifestantes incendiando un vehículo policial. Wolf dice que no existen dichas imágenes, pero que tampoco entregará la cinta de acuerdo con los derechos establecidos en la Primera Enmienda.