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Gregg y Jannett Keesling son los padres de Chancellor Keesling, un soldado estadounidense que se quitó la vida el 19 de junio de este año. Chancellor se hallaba en su segundo perído de servicio en Irak. Durante su primer período padeció problemas mentales tan graves que fue sometido a vigilancia para evitar que se suicidara. Luego de regresar a Estados Unidos, Chancellor rechazó una oferta de incentivo para regresar a Irak, con la esperanza de no volver a ser destinado allí. Pero en mayo fue convocado nuevamente. Se suicidó un mes después. Aunque ha pasado tiempo desde la muerte de Chancellor, Gregg y Jannett Keesling todavía no han recibido una carta de condolencia del presidente Obama. Tras investigar, descubrieron que esto no se debió a una omisión, sino que se trata de una política de larga data del gobierno de Estados Unidos que consiste en no enviar cartas de condolencia presidenciales a las familias de los soldados que se suicidan.