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Durante su comparecencia en el Congreso, el
presidente de AIG, Edward Liddy, fue interrogado repetidamente sobre los motivos por los que la gigante de los seguros en quiebra ha otorgado más de 165 millones de dólares en primas después de haber recibido 170 mil millones del rescate financiado por los contribuyentes. A pesar de que el gobierno de Obama está expresando indignación, han salido a la luz más detalles que indican que algunos funcionarios tenían conocimiento de las primas desde hace meses. Mientras tanto, se ha prestado muy poca atención a lo que podría suponer un mayor escándalo: el desvío por parte de AIG de decenas de miles de millones de dólares del rescate económico financiado por los contribuyentes a otros bancos. Hablamos con el veterano periodista y editor de Truthdig Robert Scheer, autor del inminente libro “The Great American Stickup: Greedy Bankers and the Politicians Who Love Them” (El gran asalto americano: los banqueros codiciosos y los políticos que los adoran).