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Mientras el presidente Obama defiende su escalada de la guerra en Afganistán, en el Reino Unido, el principal aliado de Estados Unidos, crece la oposición a la guerra. Esta semana, el número de soldados británicos muertos en Afganistán desde 2001 sobrepasó los 200. Ayer, en el centro de Londres, varios manifestantes leyeron los nombres de los 200 soldados británicos, al igual que los nombres de 200 ciudadanos afganos, muertos en la guerra. La manifestación celebrada en Whitehall estuvo encabezada por el ex parlamentario británico Tony Benn, que actualmente preside la organización “Coalición para Detener la Guerra” (Stop the War Coalition). Benn fue miembro del gabinete y es el parlamentario con más tiempo de servicio en la historia del Partido Laborista Británico.