Las comunicaciones diplomáticas publicadas por WikiLeaks muestran que el gigante farmacéutico Pfizer contrató a investigadores para que encontraran pruebas de corrupción contra el fiscal general de Nigeria, a fin de presionarlo para que abandonara una demanda de 6.000 millones de dólares por pruebas ilegales de medicamentos con niños nigerianos. Los investigadores no consiguieron formularios de consentimiento firmados, y el personal médico asegura que Pfizer no informó a los padres que sus hijos estaban recibiendo el medicamento experimental. Once niños murieron, y otros sufrieron daños incapacitantes como sordera, mudez, parálisis, daños cerebrales, pérdida de visión y problemas del habla. Hablamos con el reportero del Washington Post Joe Stephens, que ayudó a destapar el caso en el año 2000, y con Musikilu Mojeed, un periodista nigeriano que ha trabajado en el caso para el periódico NEXT, de Lagos.