El viernes, Julian Assange habló con los periodistas en las afueras de Ellingham Hall, la mansión de un amigo en el este de Inglaterra, donde debe permanecer mientras esté en libertad condicional.
Assange manifestó: “El gran riesgo que siempre nos ha preocupado es la extradición a Estados Unidos, que parece ser cada vez más grave y probable. Ayer leí informes de que se estaría preparando una acusación formal secreta en mi contra en Estados Unidos, que no nos confirmaron, pero hoy leí en el periódico The Guardian que hay más indicios de eso, habría altas autoridades legales que están diciendo que hay una probabilidad del 80%, e importantes figuras que estarían a cargo de dicha acusación se rehúsan a hacer comentarios, lo cual es normal en el caso de una acusación secreta. La pregunta es qué se va a hacer con esa acusación secreta, cómo la van a llevar a cabo”.
Julian Assange también manifestó su preocupación por la situación de Bradley Manning, el soldado del Ejército estadounidense que hace siete meses que se encuentra detenido bajo sospecha de haber sido quien filtró la enorme cantidad de documentos gubernamentales a WikiLeaks.
Julian Asange agregó: “Hoy me enteré de que la salud mental del señor Manning no es buena. El confinamiento solitario lo está afectando, no es de extrañarse, yo mismo, que pasé diez días así en Londres, no me puedo imaginar lo que serán las condiciones para este joven soldado en Estados Unidos”.