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En Afganistán sigue aumentando el número de víctimas civiles. El martes, al menos ocho personas murieron al explotar una bomba en la capital de la provincia sureña de Lashkar Gah, donde Estados Unidos está llevando adelante una ofensiva a gran escala. Las autoridades locales afirmaron que todas las personas que resultaron muertas en el ataque eran civiles. Mientras tanto, el gobierno de Afganistán condenó el ataque aéreo del domingo pasado realizado por la OTAN contra un convoy de minibuses, que dejó un saldo de veintisiete civiles muertos, entre ellos cuatro mujeres y un niño. El comandante de la OTAN, el general Stanley McChrystal, hizo una aparición en la televisión afgana pidiendo perdón por el ataque. El año pasado fue el más letal para los civiles afganos y para las tropas extranjeras desde que comenzó la guerra. Y mientras que no hay un recuento fiable del número de afganos muertos, el número de soldados estadounidenses fallecidos en la guerra ha llegado a los 1.000.